El fin del "hijo único" es el primer paso para frenar envejecimiento de China
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El fin del "hijo único" es el primer paso para frenar envejecimiento de China
La decisión del Gobierno chino de que todas las parejas puedan tener dos hijos ha sido bien acogida por parte de académicos y ciudadanos, aunque se advierte de que sólo es el primer paso para frenar las consecuencias del envejecimiento del país más poblado del planeta.
Con alrededor del 15 por ciento de la población mayor de 60 años y pronósticos de que aumente a casi el 39 por ciento en 2050, la abolición de la llamada política del hijo único tras más de tres décadas era una necesidad de primer orden para China.
Convertida en segunda economía mundial gracias en parte a la potente mano de obra, el modelo ha quedado agotado y los tres trabajadores que hoy se requieren para mantener a un jubilado se reducirán a 1.3 dentro de 35 años.
Un panorama insostenible que, aunque hace que los expertos aplaudan la suspensión de la medida -que no permite en ningún caso la libre procreación, sino que limita el número de hijos a dos-, alerten también de que sus efectos serán muy limitados.
"El envejecimiento es una tendencia irreversible. Esto puede suavizar el proceso, pero es difícil cambiarlo", apunta a Efe Lu Jiehua, del Instituto de la Población de la Universidad de Pekín.
Lu y otros académicos, como Wang Feng, investigador de tendencias demográficas y sociales en China de la Universidad Tsinghua y del Instituto Brooking, llevaban tiempo instando al Gobierno a que la erradicara definitivamente.
"Yo creo que los legisladores de este país viven anclados en los 70", señala a Efe Wang. "Mires donde mires... Europa, EU... La situación ha cambiado. La gente no quiere tener muchos hijos".
Li pasea hoy con su hija de 4 años por Pekín, la única que tiene y la única que planea tener porque ha superado los 40 y se ve mayor. Para otros, dice a Efe, las razones son diferentes: "algunos padres de amigos de mi hija no quieren tener más si no tienen una buena situación económica o ayuda para criarlos".
"No se trata de un asunto político, sino que la pareja tiene que considerar bien si quiere el segundo o no, puesto que China es muy costoso", cuenta por su parte a Efe Rebeca (su nombre inglés).
Las limitaciones del sistema sanitario, los altos precios de las viviendas, el deterioro de la calidad del aire o los costes de la educación son motivos frecuentes para que las parejas en China sean reacias a aumentar su progenie.
En parte por ello sólo 1,45 millones de familias se registraron para tener un segundo hijo tras la flexibilización de la política en 2013 (que permitió a las parejas en las que sólo uno fuese hijo único tener dos, frente al anterior requisito de que fueran ambos), cerca del 12 por ciento de los que cumplían con los requisitos.
La abolición completa anunciada ayer por el Partido Comunista supone que hasta cien millones de familias serán ahora beneficiadas, un 60 por ciento de ellas del mundo rural, donde el interés en tener descendencia suele ser mayor y donde la política ya era más laxa.
Es el caso de Bai, quien con 29 años y procedente de Henan (este) ya tiene dos hijos: "tener dos acarrea más responsabilidades, pero el resto está bien. Si la situación económica lo permite, se puede tener un segundo hijo", dice a Efe desde la tienda de alimentos que regenta en Pekín.
Según algunos estudios, se tardará entre 20 y 25 años en ver los efectos del cambio en la tasa de fertilidad y comprobar si las parejas se animan a tener un segundo hijo, por lo que no habrá impacto en la economía en el corto plazo ni en la desproporción de géneros que provocó el "hijo único": unos 30 millones más niños que niñas en las pasadas tres décadas por la preferencia masculina.
Por ello los expertos abogan por que el Gobierno complemente la abolición con políticas sociales, sanitarias y educativas que se lo pongan más fácil a los ciudadanos en edad de procrear y que no tarde tanto en reaccionar en otros cambios urgentes para combatir la reducción de la fuerza laboral, como la ampliación de la jubilación.
China planea ir aumentando de forma gradual la edad de jubilación (de 60 años en el caso de los hombres y de un mínimo de 50 para las mujeres que trabajan en fábricas, de 55 para las funcionarias) para revelar un plan final en 2017, que los académicos esperan que no llegue demasiado tarde.
China prevé 50 millones más de habitantes en 2030 tras anunciada reforma
La nueva autorización para que todas las parejas de China puedan tener dos hijos, y no sólo uno como hasta ahora, hará que la población del país alcance los 1.450 millones de habitantes en 2030, frente a los 1.393 millones proyectados por Naciones Unidas, previeron hoy responsables gubernamentales.
Según señaló en declaraciones a Xinhua el subdirector de la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, encargada de la aplicación de estas limitaciones, la relajación de la política del hijo único tras 35 años podría hacer que el número de nacimientos anuales en el país ascienda a 20 millones.
La última vez que se alcanzó esa cifra fue en 1997, y en lo que va de siglo el país más poblado del mundo (casi 1.400 millones de habitantes en la actualidad) nunca ha alcanzado los 17 millones de nacimientos anuales.
Se calcula que entre 90 y 100 millones de familias se beneficiarán del fin de la política del hijo único, o su sustitución por esta nueva "política de los dos hijos", que se aplicará oficialmente una vez sea aprobada por el Legislativo chino.
Los expertos consideran que las zonas rurales, donde vive el 60 por ciento de esos núcleos familiares, serán más activos a la hora de tener más hijos que en las áreas urbanas, donde los altos costes de la educación y la sanidad pueden disuadir a muchos matrimonios en los que tanto la madre como el padre suelen trabajar fuera de casa.
Pese a las nuevas cifras aportadas hoy por el Gobierno chino, se mantiene la previsión de que China dejará en breve de ser el país más poblado del mundo y será superado por la India, ya que el Fondo de Población de Naciones Unidas proyecta que el número de habitantes en aquel país superará los 1.520 millones en 2030.
Empresas se frotan las manos ante el fin del "hijo único" en China
Ni siquiera ha entrado en vigor y se desconoce si afectará a la natalidad, pero el fin de la política del hijo único en China ya tiene unas claras ganadoras: las empresas relacionadas con la infancia.
El impacto del anuncio del Partido Comunista de China fue inmediato y, nada más conocerse, se disparó la cotización en bolsa de multinacionales vinculadas a la infancia, como la francesa Danone, la suiza Nestlé (alimentación) o la estadounidense Johnson & Johnson (cuidado y salud).
Y, cuando hoy abrieron las bolsas asiáticas, las firmas locales siguieron la misma estela.
La lechera china Mengniu Dairy registró el mejor resultado del día en el Hang Seng, índice de referencia de la Bolsa Hong Kong, con ganancias de un 3.43 % y otras como Goodbaby, fabricante de carritos y cunas, o Hengan, que produce toallitas y pañales, avanzaron más de un 2 %.
En una jornada en la que el parqué hongkonés fue a la baja y perdió un 0,79 %, las compañías relacionadas con la infancia evitaron una caída mayor, con los inversores confiados en que el cambio normativo, que todavía tiene que ser aprobado por el Legislativo, cause un importante aumento de los nacimientos en el que ya es el país más poblado del mundo.
En la Bolsa de Tokio, también recibieron la noticia con optimismo empresas como Kao, fabricante de productos para el aseo personal y del hogar, con un ascenso de un 3.86 %, o Unicharm, especializada en la producción de pañales y que sumó un 3.59 %.
"Creemos que la nueva política es positiva para el mercado de cuidados para bebés", aseguró a Efe Jason Yu, gerente en China de la firma especializada en estudios sobre consumo Kantar Worldpanel.
Yu calcula que la nueva política afectará a unos 90 millones de parejas chinas, lo que podría elevar la cifra de nacimientos anuales a unos 20 millones, frente a los entre 16 y 17 millones de los últimos ejercicios.
"Los 3 o 4 millones de nuevos bebés de más proporcionarán un impulso adicional a sectores como la leche infantil, los pañales, los artículos de aseo, los juguetes o la educación", explicó el experto de Kantar Worldpanel.
La marca española de moda infantil Mayoral, que comercializa sus productos en China desde hace dos años y medio, también confía en que la eliminación de la política del hijo único le ayude a asentarse en el mercado del gigante asiático.
"Seguro que nos beneficia, todo lo que sea aumentar la natalidad es bueno para nosotros", dijo a Efe un representante de Mayoral que prefirió guardar el anonimato y que añadió que sus planes para China no se verán alterados, puesto que su estrategia es a largo plazo.
En todo caso, la agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) anticipa que los efectos de la nueva política de planificación familiar del país no se verán a corto plazo y que la natalidad no empezará a aumentar hasta dentro de dos o tres años.
"Somos escépticos ante que la nueva política de China sea la fórmula para un crecimiento sustancial en el consumo del país. Otros factores como el incremento de las rentas o la urbanización podrían tener un efecto mayor sobre el gasto en consumo", señaló la analista de S&P en China Lillian Chou.
Muchos analistas han advertido de que la baja natalidad de China, que es la razón que ha llevado al Partido Comunista a relajar su estricta planificación familiar ante el galopante envejecimiento de la población, no sufrirá grandes cambios con la nueva regulación.
Además, Yu, de Kantar Worldpanel, advirtió de que, incluso si la natalidad aumenta, no todas las empresas van a sacar rédito de ello.
"A medida que los padres adquieren más experiencia, compran marcas menos caras. En este sentido, intuimos que las marcas con posicionamiento y un valor más fuertes, ya sean locales o globales, se beneficiarán más", auguró Yu.
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