El fenómeno de la financiarización del agua

Usted está aquí

El fenómeno de la financiarización del agua

La noticia que conmocionó los principales titulares de la prensa mundial el pasado 8 de diciembre y que continua en boga su discusión con fuertes controversias a favor y en contra, porque se incluyó un nuevo índice de cotización en la bolsa de derivados más importantes del mundo “Chicago Mercantil Exchange (CME)”, que tomo como actor principal a la composición química de hidrógeno y oxígeno que es vital para la vida, como el recurso natural y humano central de la sobrevivencia: el agua.

El CME es un mercado de instrumentos de derivados más grande del mundo, que concentra 3 millones de contratos de inversión al año. En este mercado se estrena el nuevo benchmark (“es un punto de referencia utilizado para medir el rendimiento de una inversión”) del precio del agua de California con promesas a futuro con base al riesgo de escasez, por ser, un recurso natural no renovable. Su clave de cotización es “Nasdaq Veles California Water Index (NQH2O)”.

Lo anterior es el resultado del proceso histórico del modelo neoliberal en su etapa financiarizada de la economía mundial que se interpone lo financiero por encima de lo productivo, lo comercial y lo distributivo; como un régimen de acumulación con patrones, lógicas y leyes concretas de la actividad económica que es el límite y borde del sistema capitalista, por ser el ámbito más volátil y frágil de la economía por ser respaldado irrisoriamente.

La financiarización surgió como una alternativa de la crisis económica del paradigma keynesiano de finales de los años 70 del siglo XX, por el exceso de liquidez en los países desarrollados, provocando la eliminación de las restricciones y barreras que impuso el régimen de acumulación de la posguerra, -keynesianismo- es el efecto natural propio del sistema capitalista de producción es corregir errores y anomalías por ello, se reubicó el capital en otros mercados por el agotamiento productivo y comercial de los países desarrollados que se encontraban ahogados por el exceso de liquidez que acarreo el agotamiento. Por ejemplo, en los países latinoamericanos se estableció capital extranjero proveniente de países desarrollados  por tener una fuerza de trabajo precaria y “abundantes” recursos naturales, además de colocar los excedentes de capital en el sector financiero bancario y bursátil -bolsa de valores- desconcentrando y descentralizando el capital -dinero para invertir-  abriéndole la puerta a un mayor número de inversionista y aumentando la entrada y salida de capital en el ámbito de la especulación bursátil en los mercados de valores del mundo, dando paso a la mundialización -globalización- del capital.

Someter lo financiero por encima de lo productivo tiende a distorsionar la economía real, en consecuencia, son recurrentes y con mayor profundidad las recesiones económicas en la era de la financiarización por sustentar la economía general en los criterios de la esfera financiera, como subordinarse al riesgo, que contempla incertidumbre por falta de certeza del porvenir, el comportamiento de los procesos socioeconómicos, históricos y políticos -ahora de salud- del futuro influye en la toma de decisiones, es decir, que no está determinada con certeza la actividad productivas, comerciales y distributivos de la estructura económica y no vislumbra los fenómenos que surjan en la súper estructura jurídica (que resguarda las relaciones políticas, ideológicas y morales de la sociedad) . Creando escenarios con expectativas positivas a futuro de las ganancias de las mercancías valorizadas. No obstante, las expectativas puede caer a un fenómenos ficticios, contraponiéndose a la realidad económica que se vive  en tal o cual periodo; de manera que, crea burbujas especulativas de circulación de capital que tienden a ser 500 veces mayor lo que se invierte en el sector bursátil que lo que realmente se está produciendo y comercializando en la economía real, incitando a distorsionar  la economía de los países por la entrada y salida de capitales en la bolsa de valores local, sin ninguna restricción  impactando en la inflación, el  tipo de cambio, la tasa de interés, las deudas soberanas, estancamiento salarial y sobreoferta de mercancías en el mercado, causando una caída severa de la tasa de ganancia teniendo iniciar una nueva crisis económica.

Sin embargo, en el caso del agua es aún más alarmante porque es un recurso no renovable; y someter lo extractivo (que no tiene ninguna valorización de la fuerza de trabajo, pero sirve como insumo para la creación de mercancías) en el juego de la especulación colocando los recursos naturales al servicio del mercado, fijándolo a las leyes de oferta y demanda, como una simple mercancía más, sin ver la importancia que representa el agua para la vida terrestre que es un elemento vital para la misma sobrevivencia de toda ser que habita el mundo. La lógica del modo de producción capitalista en cualquiera de sus regímenes y fases de acumulación es en principio la maximizar de la ganancia reduciendo costos de producción (salarios y materias primas) implicando la devastación y depredación de la naturaleza y sus recursos con tal de obtener ganancia. De forma que, colocar el precio de cotización del agua a contratos a futuro al mercado de valores con un índice de cotizaciones con las expectativas de uso de agua para agricultura o cualquier actividad que lo requiera ocasionara fluctuaciones de los costos y precios, con efectos de sobrevaloración de los contratos por la alta demanda de promesas -acciones- que se determinen en el juego de la especulación  implicando sobreprecio de distribución y extracción del agua afectando a los productores agrícolas pequeños empezando una etapa de privatización del agua.

En consecuencia, la financiarización del agua sostendrá la devastación del medio ambiente por ser un recurso sustantivo para la naturaleza; derivará a que “la crisis climática va a combinarse con la crisis del capital”, será la crisis general del capitalismo en todas sus órbitas, florecerá su final; o la extinción de la especie humana junto con su espacio de dispersión: la Tierra.

Todo depende de nosotros y nosotras.

@AntoniolCastroV