Contar las veces que se ha sentado en su silla un caballero que específicamente le pide: “quiero el recorte de Ricky Martin”, ya no es posible para el estilista de la megaestrella del pop latino, el también puertorriqueño Joel Olivero Miranda.

A modo de anécdota cuenta que en una ocasión llegó al salón Avant-Garde en Miami -donde trabaja los sábados cuando se encuentra en la Ciudad del Sol- un hombre deseando lucir como el intérprete de “Adiós”, él creyó que era una broma y le siguió la corriente.

“Voy a tratar de hacerlo”, le dijo. Al final el hombre quedó satisfecho y mucho más cuando supo que quien le había cortado el pelo era el mismo que hace once años tiene a cargo el cuidado del cabello de Ricky Martin.

Olivero Miranda, natural de Bayamón y residente de Miami desde el 2005, comenzó a trabajar con el astro boricua por recomendación de la estilista Wanda Montes, quien por años cuidó de la imagen del artista.

“Hubo un momento en que Wanda no podía seguir el tren de vida de Ricky, de viajar mucho, y ella misma me recomendó”, cuenta en entrevista telefónica desde la ciudad floridana horas antes de viajar a Puerto Rico para trabajar con el artista, la banda y los bailarines durante las funciones del “One World Tour” este fin de semana en el Coliseo de Puerto Rico.

“Toda mi vida, desde que me gradué de high school, trabajé en peluquería. Yo no sé ganarme la vida de otra forma que no sea cortando pelo. Desde los 13 años me cortaba el pelo solo, después le cortaba a los compañeros de la calle, después le cortaba el pelo a los maestros”, recuerda el egresado del Instituto de Estética y Belleza Marugie y de la Puerto Rico Barber School.

Influenciado por su abuelo barbero y un tío político, que le ofreció el primer trabajo, Olivero Miranda entró a trabajar de lleno con Ricky Martin en el 2005 para una campaña de publicidad de una tienda por departamentos brasileña. Desde esa ocasión, comenzó una relación que ya trasciende a la amistad. “Hablamos de todo, de comida, de los hijos, porque tengo una hija de 16 años, así que hablamos obviamente como padres; de arte, de relaciones pasadas, de moda, de música, tenemos estas conversaciones que no tienen fin”.

La cultura general del astro boricua se revela cada vez que se reúne con su estilista a delinear sus cortes de pelo, pues, según Olivero Miranda, siempre llega con ideas bastante claras de las tendencias a nivel mundial y cómo quisiera llevarlas.

“Él se deja llevar, creo que más bien (toma la actitud de) ‘véndemelo’, y es un tipo que escucha mucho, a la misma vez, sabe mucho de moda, una persona que ha viajado mucho y conoce mucho de cultura, de arte, de comida, mucho de todo; es un ser que ha visto mucho, pero hacemos ‘click’ cuando él tiene un pensamiento de algo que quiere y yo le brindo esa misma cosa que vamos a hacer”, comparte.

En cuestión de preferencias, el vocalista se inclina más por las tonalidades claras “porque él se broncea mucho, le gusta el mar y le gusta toda esa onda, pero siempre jugamos con todo”.

A este cliente, para fortuna del estilista, a quien le apasiona crear, casi todo -por no decir todo- le queda “bien”, por lo que tiene libertad con la tijera. Eso no quita que en algún momento algo falle. “Una vez traté de hacerle algo, pero no quedó y le dije, ‘siempre te haré un corte malo, porque el próximo va a quedar bueno’, pero hasta mal, le queda bien”.

De los “looks” que ha llevado el artista, uno que “estuvo muy de moda” fue aquel que se peinaba hacia el lado con una línea (partidura) marcada con máquina. Olivero Miranda viaja constantemente con el cantante y cuando no lo hace, es el propio Ricky Martin quien se peina. “Él se peina muy bien solo”.

Los que no dejan que nadie les toque el cabello, a excepción de este estilista, son los hijos del cantante, los gemelos Matteo y Valentino. “Esos son mis clientes fieles”, asegura.

Además de la voz de “La mordidita”, otros clientes de este profesional son el boricua Marc Anthony y el colombiano Fonseca. También trabaja mano a mano con el fotógrafo puertorriqueño Omar Cruz.