El presidente de la República ha mencionado que el País es como un elefante reumático. Él se expresa de esa manera porque conoce al elefante con el que le ha tocado lidiar. Sin embargo existe un gran número de mexicanos que creen conocer al elefante, sin siquiera poder identificarlo por sus diferentes partes que lo componen.

Aquí se aplica la parábola de El elefante y los seis ciegos, que transcribo a continuación: “Cuenta una leyenda hindú que existían seis sabios ciegos que querían saber qué y cómo era un elefante. Como no podían ver, tenían que conocerlo a través del tacto. El primero de los sabios se acercó al elefante, tocó su cola, y exclamó: “¡Es como una cuerda!”. El segundo se acercó a la parte delantera del animal y palpó uno de los colmillos. Gritó: “Esto es agudo, liso y redondo... ¡Es como una lanza!”. El tercero de ellos también se aproximó a la parte de adelante y tocó la trompa. “Estáis equivocados. Es como una serpiente”, dijo. El cuarto se acercó, estiró la mano y notó la rodilla del animal. Exclamó: “Está claro, ¡es como un árbol!. El quinto se dirigió al elefante y tocó la oreja, y les dijo a los demás: “Ninguno está en lo cierto. Incluso el más ciego de los hombres se daría cuenta de que es como un gran abanico”. El sexto y último de los sabios se acercó al animal y rozó su lomo duro. Dijo: “Os equivocáis, es como una pared rugosa”.

Después de haber tocado al elefante y de haber llegado a sus propias conclusiones de lo que podría ser este animal, comenzaron una larga disputa puesto que cada uno interpretaba lo que desde su punto de vista era un elefante. 

Esta parábola se aplica al elefante al que se refiere el Presidente, y lo que está sucediendo a través de las redes y medios de comunicación. Cada quien interpreta las cosas que suceden día con día, de acuerdo a su muy personal percepción, sin conocer todos los elementos y variables del tema. Esto sucede cuando nuestra mente obtiene información de una parte del todo y genera una idea que no tiene por qué coincidir con la realidad y es necesario profundizar para comprobarla. Se actúa con un pensamiento lineal y no sistémico. (Enlace 25. junio 21/2019).

Eso es trasladable a la gestión de AMLO, en donde la realidad sería su desempeño para rescatar al país del secuestro en que lo tuvieron grupos de privilegiados, que abusaron hasta el cansancio. Por ello, debemos entender que no es suficiente con cuestionar -cómo se viene haciendo- la política pública nacional, sino que también debemos de concentrarnos en lo que sucede a nivel local.

¿Qué es lo que pretenden los que piensan, actúan, opinan y acusan sin fundamentos? ¿Generar un Estado fallido o una insurgencia de ultraderecha, con ayuda de la iglesia y EU, (como Bolivia)? ¿Que se cree un movimiento terrorista, integrado por el crimen organizado? ¿O una alianza de tribus, clanes y familias de empresarios dirigidos por exoficiales del ejército, para defenderse de la persecución a la que se sienten sometidos por la pérdida de privilegios? ¿O todo lo anterior a la vez y otros males más?

El presidente ha dicho que se requiere un cambio de régimen, lo cual requiere tiempo para arrancar las raíces profundas del anterior. Por eso se requiere deconstruir (Enlace, julio 28/2018) las estructuras de la violencia estructural en que hemos estamos metidos, con un movimiento dinámico de transformación social y cultural, liberándonos de la hegemonía de poder, subordinando a las estructuras del pensamiento PRIPANcentrista; con el fin de moldear y articular, el sistema cultural que, a su vez, constituye la matriz sobre la que se estructura el tejido social; y originar una contracultura moderna, que utilice los medios tecnológicos para comunicarse, pero también para fortalecerse.

Hace falta crear una comunidad con nuevos paradigmas, para que vivamos en armonía, respetando todas las formas y estilos de vida, dejando atrás la explotación ilimitada, la acumulación de riqueza o considerar al hombre como el lobo del hombre. Para eso, se requiere cobrar conciencia de las circunstancias, para lograr el empoderamiento de la sociedad civil, y recuperar lo que hemos perdido como: valores, ideas, sentido de pertenencia y de participación colectiva. El tejido social tendrá que construirse a partir del esfuerzo multiplicador, con la esperanza de que si trabajamos con disciplina e imaginación podremos construir nuevas formas de organización política y social, en las que se manifieste el nuevo sentido de pertenencia colectiva.

Los reclamos por darle asilo al presidente Evo Morales y las opiniones sobre los últimos hechos dolorosos de Culiacán me proyectan a la fábula de El elefante. Nadie sabe casi nada, pero todos creen saber por qué y cómo sucedieron los hechos. ¿Por qué no nos concentramos mejor en renovar nuestro entorno? ¡Ayudemos a mejorar nuestro país, en lugar de criticar a nuestro Presidente, que mucha ayuda necesita! Porque si a él le va mal, nos irá mal a todos.

rodolfogarzagutierrez@gmail.com