El Día de la Mujer

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El Día de la Mujer

Por la experiencia que tengo como maestro puedo decir que, en general, las muchachas son mejores estudiantes que los jóvenes

Acaba de pasar el día dedicado a la mujer y aparecieron muchos escritos que abonan a su causa. Es evidente que las mujeres todavía no tienen, en la práctica, los mismos derechos que los varones. Las declaraciones no se empatan con la realidad: ganan menos que un hombre por el mismo trabajo, tienen menos oportunidades de subir a un puesto si compiten con uno… No se ha logrado un avance estricto en esas cuestiones que en el papel sí aparecen como evidentes.

Esto si pensamos en los derechos pero si pasamos a lo referente a su propia persona, por ejemplo su cuerpo, todavía estamos a kilómetros del respeto debido.

En días pasados una periodista extranjera fue agredida por un estúpido en la Ciudad de México que la alcanzó en plena calle y le bajó los calzones, así, nada más porque sí. Ella exigió al gobierno de la Ciudad que le entregaran la película donde las cámaras registraron el hecho. Con esa prueba fue a hacer una denuncia judicial para que buscaran al imbécil, pero ahí se dio cuenta de que su problema era mínimo comparado con el de otras mujeres que estaban en la Comisaría exponiendo casos gravísimos. La periodista misma dijo que no tenía caso seguir la acusación. Pero al menos la foto del pendejo que lo hizo está en circulación y es posible que se le atrape o al menos que en donde se encuentre sea insultado por sus conocidos.

Ese caso no es algo único ni raro. Tal vez no suceda de manera semejante porque es difícil que se repitan circunstancias pero de alguna manera se considera que el cuerpo femenino es algo que estimula, invita a actos parecidos. En un país tan avanzado como Italia se ha publicado una estadística por la que sabemos que varios millones de italianas han sido ofendidas con cuestiones relativas a su sexualidad; muchas fueron violadas, otras forzadas por sus jefes en el trabajo para recibir favores especiales…, en fin, parece ser que los varones tienen un derecho específico sobre ellas.

También en la semana pasada se publicó que unos perversos indios violaron a una jovencita en el techo de una casa y ahí mismo la quemaron viva. Tal parece que en la India todavía creen que las mujeres después de ser violadas deben ser consideradas culpables de la violencia misma que se les impuso. En ese país se cuentan los casos por miles y los jueces no son capaces de condenar a los criminales. En el caso de una estudiante, muerta después de ser violada en un autobús, debieron manifestarse varios millones de personas para exigir castigo. Y los violadores alegaron que ella los había provocado (aunque ella iba con su novio).

Aunque estoy al cien por ciento de parte de las mujeres no me simpatiza el asunto de la cuota de género, misma que considero un reconocimiento de que en México se menosprecia tanto a las mujeres que se tienen que dar regalitos a algunas de ellas por decreto. Veamos: el Instituto Federal Electoral obliga a los partidos a que incluyan mujeres entre sus candidatos a un puesto político. Da la impresión de que se reconoce su inferioridad real, como se hace con los minusválidos (a los que hay que hacerles banquetas especiales) o a los enfermos mentales o a los ancianos. En fin, la cuota de género es un reconocimiento de la verdadera concepción sobre las mujeres. Acepto que sin eso su situación sería todavía peor.

Por la experiencia que tengo como maestro puedo decir que, en general, las muchachas son mejores estudiantes que los jóvenes. No es mi imaginación porque cada vez que se otorgan reconocimientos o medallas por el desempeño académico son mujeres las que lo reciben en un 90%. Son más bien hechas, leen más, participan mejor… pero en el mundo laboral eso parece importar muy poco.

El menosprecio por las mujeres tiene ya miles de años. Nuestra madre Eva fue la que comió el fruto prohibido, hizo que su marido Adán la siguiera en el pecado y echó a perder a la humanidad (según el Génesis). En el caso de los griegos fue Pandora la que, por chismosa y curiosa, introdujo todos los males y desgracias entre los hombres. Vaya, con tales mitos ni siquiera tendríamos que buscar las consecuencias prácticas.