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‘El destino y la espada’; forja de sombras para héroes
Que no le pongan una cucaracha grande enfrente o pierde todo ápice de virilidad; con los fantasmas y los monstruos el asunto es diferente. Antonio Malpica charló con VANGUARDIA sobre el miedo antes de la presentación de ‘El destino y la espada’.
Poco a poco la última batalla contra el mal se acerca; mientras ha pasado un año desde que Sergio se unió a Jop, Alicia y Brianda, con quienes se encuentra en búsqueda de la pista clave para dar con la verdadera identidad del Señor de lo Héroes.
Tan perdida está esa clave que Mendhoza opta por medidas desesperadas que llevan al grupo a perderse en los sitios más remotos del planeta mientras los demonios no dejan de acosarlos.
‘El destino y la espada’, llega a resolver los planteamientos que previamente el autor curtió en ‘Siete esqueletos decapitados’, ‘Nocturno Belfegor’ y ‘El llamado de la estirpe’, entregas previas de la serie que a pesar de tener su propia anécdota, ligan el preámbulo al ya esperado final.
“Creo que en este libro hay grandes revelaciones, porque además de ver cómo crecen los personajes y su misión, prácticamente la mitad de la novela gira en torno a uno un tanto misterioso que apareció en las primeras páginas del primer volúmen y se revela más sobre sus orígenes, lo que lo motiva”, señaló Malpica.
Pero no sólo eso, sino que deja la mesa lista para el banquete de la próxima entrega, misma que será la última de la saga que lo ha posicionado como una de las figuras más importantes de la literatura juvenil latinoamericana.
“Han sido ya años de estar machacando sobre la misma historia, haciendo que los personajes avancen, que vayan creciendo en muchos aspectos, no sólo el físico sino también el emocional, el espiritual”, describió.
En cuanto a la presentación, lo de siempre: “dos tipos muy aburridos hablando de un trabajo literario que ya tiene nueve años realizándose” bromea el escritor.
Lo que no es broma es que si bien no habrá susto en el salón Alejo Carpentier, este si se encuentra al interior de cada uno de los cuatro libros, y esta presentación más que sólo dar a conocer ‘El destino y la espada’, dará para hablar sobre la reedición de todas las entregas.
Han sido nueve años no sólo de construir un universo, sino de prestar atención al lector y darle voz en cada libro nuevo.
“Trato de ser lo más honesto posible, siempre he tratado de escribir libros pensando en mi como lector, pienso si a mi también me gustaría llevarme esto a los ojos y disfrutar de la misma manera; en ese sentido soy muy respetuoso de ese lector anónimo”, aseguró.
Teniendo el miedo y el terror como primicias, el escritor acepta que cada entrega ha sido un reto sobre otro sobre todo por la expectativa que sus novelas han generado entre el público juvenil, por lo que se empeñó ampliamente en poder superar cada volumen con el siguiente.
“No sé si me ha salido tal cual, pero sí puedo decir que me medio ha funcionado hasta el cuarto. Creo que los lectores siguen de la mano conmigo, no he recibido ningún tipo de reclamo ni nada - vuelve a bromear - al contrario, creo que hay cierta fidelidad por la trama y por los personajes”, declaró.
La saga se enfila a su final y lejos de facilitarse, la prueba final es la más grande de todas, porque tiene que darle un cierre buenísimo a algo que tantas personas siguen tan de cerca; “ya con eso va a ser el último estirón y vamos a echarle todas las ganas a ver qué nos depara el año que entra”.
No es fácil meter a la gente en suspenso y menos asustarla, y aunque él no conoce ninguna fórmula confía plenamente en que basta con seguir lo que su audiencia piensa y transmitir a través de ello sus propias ideas.
“Soy muy visual, trato de imaginarme toda la escena pero principalmente hay un gran componente en el lenguaje, buscar las palabras específicas, darle cierto ritmo a la narración y tratar de mostrarles sobre la escritura para lograr el efecto deseado”, dijo.
Se trata de poco a poco construir un mood juguetón entre el lector y el autor para juntos volverse cómplices y reunirse en el relato para simplemente dejarse espantar.
“Es un poco como cuando se va la luz y sugieres que los que están ahí cuenten una historia de miedo; ahí se ve donde los escuchas también participan en el juego, en las ganas de estar todos un ratito espantado y cuando vuelve la luz, no pasó nada, todos están tan a salvo como siempre”, describió.
Sabe que los miedos cambian con cada persona; los suyos son que las personas que aman sean lastimadas, o a no ser una buena persona cuando de pronto le toque ser probado en una crisis y resultar no ser quien él creía. ¡Ni se diga de las auditorías sorpresa!
Y aunque es más bien escéptico de la rama de los fantasmas, los vampiros y los propios demonios son algo que celebra, y por eso los homenajea. Tanto que no detecta alguna utilidad práctica de su trabajo más allá del entretenimiento y el disfrute.
“Lo que trato más bien es de ser cómplice del lector, contar una historia que vale la pena que el lector disfrute, se sienta transformado en algunos sentidos. Me voy más por las sensaciones o sentimientos que te provoca un libro”.
Es por ello que así como está seguro de que una novela romántica no te hará mejor en el amor ni te ayudará a conseguir pareja, quizá una novela de miedo no ayude a superarlos en la vida.
“Creo que más bien son pequeños viajes que uno emprende cuando abre un libro que de pronto si se queda mucho de lo que dice contigo; te irá conformando, se hará parte de ti también y eso de alguna manera también te sirve en la vida, pero para ser sincero no sé, no es mi apuesta. Yo quería escribir un libro de miedo y luego a otra cosa. No sólo no pienso en la utilidad sino que no me importa mucho eso”, finalizó.
¡No te lo pierdas!
Presentación de libro ‘El destino y la espada’ de Antonio Malpica
Presenta Luis Valdés
Fecha: 2 de junio
Lugar: Sala Alejo Carpentier
Hora: 18:00 hora