El sistema de salud y de seguridad social en México cae en picada. La atención y la prevención, responsabilidades prioritarias de cualquier sistema de salud –del IMSS, ISSSTE, SS y clínicas del Magisterio–, se presentan cada vez más degradadas y alejadas de sus fines y no es por casualidad, sino por voluntad política para la realización de una privatización silenciosa de la seguridad social, proceso que se inició hace casi tres lustros y que avanza con Peña Nieto.

En efecto, la incompetencia del sistema de seguridad social que afecta a un gran número de usuarios, por no decir a todos y parecer exagerada, seguirá la ruta del desmantelamiento y desabasto de medicamentos, como ocurre con los hospitales generales de Coahuila en los que no hay ni lo más indispensable: vendas o jeringas. Estos hospitales son cascarones vacíos, edificios de cartón costosísimos en términos de construcción y equipamiento y ahora están abandonados.

Enrique Peña Nieto incumplió su compromiso de campaña de crear un Sistema Universal de Salud, lo convirtió en demagogia y ahora está ocupado en campaña con los procesos electorales, sobre todo el del Estado de México y el de 2018. A las iniciativas de salud les dieron carpetazo, por lo que el sistema enfrenta su peor etapa y el derecho a la salud va en veloz descenso, aunque sí es usado con fines electorales, como lo ha hecho el Partido Verde Ecologista, que en las campañas entregó vales de medicinas y pregona en sus spots que gracias a sus gestiones no faltan medicamentos. Mentiras perversas con las que se beneficia la familia González Torres, llámese Jorge, Víctor o el “Niño Verde”, Jorge Emilio.

El beneficiario indudable de esta política de degradación de la seguridad social en la salud pública es el sistema de Farmacias Similares, cuyo enriquecimiento imparable está asegurado. Yo confieso que sí le compro a Simi porque en la clínica magisterial ya no hay medicina de patente y aun la genérica suele escasear; aunque ya sé que lo de Simi es genérico, al menos no tengo que esperar horas para que me digan “no hay”.

El desabasto de la clínica del Magisterio va de acuerdo con la política federal. 

El Gobierno Estatal es estrictamente fiel a las líneas políticas de Peña Nieto y se ha llevado entre los pies los derechos del Magisterio de la Sección 38, y a los derechohabientes de la UAdeC y la UAAAN, no así los de los líderes de esa sección que viven en Jauja.

Una prueba del desentendimiento del Gobierno Federal al sistema de salud es: este año disminuyó el presupuesto en un 7.8 por ciento, al pasar de 132 mil 216 millones 881 mil 794 de pesos en 2016 a 121 mil 817 millones 532 mil 748 de pesos para este año (Animal Político); así que el tufo privatizador es cada vez más transparente.

De las pensiones y su deterioro hay pruebas irrefutables sobre sus malos manejos, ya que hay pensiones insuficientes, los casos de mal uso, como los encontrados por la Auditoría Fiscal de la Federación, que desde su informe de 2013 reportó casos de pensionados en la Universidad de Nuevo León que recibían más de 200 mil pesos mensuales, de los cuales la Sección 38 no es excepción, aunque no se hagan públicos porque ahí la transparencia no existe, de manera que el Gobierno Estatal recurre a diferentes argucias para tapar los hoyos que en la Dipetre se han hecho cada vez más hondos. Usted ya lo sabe, esta Dirección ha sido saqueada.

Por todo lo anterior es explicable y aun urgente que los derechohabientes de los distintos sistemas de seguridad social se movilicen para exigir el cumplimiento de sus derechos. En este sentido, la Asamblea Ciudadana Coahuilense está realizando una serie de sesiones informativas sobre la seguridad social, las pensiones y otros temas que nos ponen al día sobre la vigencia y situación de esos derechos, así como las violaciones de las que son objeto por parte de la clase gobernante. Es la acción ciudadana, por nuestro bien apoyémosla.