El octavo capítulo de The Last Dance, serie sobre Michael Jordan y su último año en Chicago, mostró la vulnerabilidad del jugador. 

En el episodio captaron la mirada luego de que Jordan consiguiera el campeonato en 1996, donde luce en el suelo, aferrado a la pelota y envuelto en lágrimas. 

La razón: Ese título fue el primero desde la muerte de su padre y lo consiguió el Día del Padre, por lo que las emociones estaban a flor de piel. 

"Ni siquiera puedo ponerlo en palabras, en el Día del Padre, lo que esto significa para mí", dijo Jordan en la cancha después de la victoria. "Sé que está mirando. Por mi esposa, por mis hijos, por mis hermanos y hermanas, esto es para papá. Estoy muy feliz por él".

Las imágenes no habían sido incluidas con el audio donde se escucha el lamento de Michael Jordan. 

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