El derecho de piso

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El derecho de piso

El Instituto Nacional Electoral realizó a nivel nacional una Consulta Infantil y Juvenil en 2015, dentro de esta consulta se le pedía a los niños la siguiente actividad “Dibuja cómo es el lugar donde vives” acompañado de un espacio en blanco, en la parte inferior de la hoja se preguntaba el sexo del niño, la edad y el estado. La reportera Luisa Cantú del semanario de la CDMX La Capital, publicó en su twitter un par de imágenes, con el título “Así ven los niños a México”, la primera mostraba a un muñeco disparándole a otro y un color rojo cubría el centro del dibujo, era hecho por un niño de cinco años del estado de “Veracrus”; el otro dibujo era un muñeco sosteniendo en una mano un cuchillo y la otra una cabeza , éste realizado por un niño de cinco años del estado de Michoacán. Documentos trágicos de una situación que rebasa estrategias de seguridad y discursos vacíos de políticos a nivel federal y estatal. En estas hojas en blanco se refleja la crisis social en la que estamos sumidos.

No sólo es este ejemplo, ayer el periodista Rogelio Agustín publicó una nota titulada, “Niños cobran derecho de piso a compañeros en Guerrero”, es la historia de cómo en algunas escuelas de Acapulco algunos niños (de primaria y secundaria) exigen el cobro de derecho de piso a sus compañeros del salón a cambio de no agredirlos. Este hecho fue denunciado por el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete y señala que dicha práctica es una “retroalimentación” de lo que viven en sus casas. El hecho es terrorífico, piense usted en lo que debe suceder para que un niño comprenda que el miedo es lucrativo y pero aún que viven en una sociedad en la que fuera de la escuela reina la impunidad y dentro los maestros están atemorizados por imponer algún tipo de norma de conducta.

Cuando se les pregunta a los profesores por qué no hacen algo para evitar esta situación el ombudsman estatal responde “hay padres de familia que se imponen sobre los maestros con ese antecedente de estar vinculados con la delincuencia, algunos profesores tienen miedo de algunos alumnos por las represalias que puedan tener de sus padres”, no se puede agravar más la crisis educativa y de seguridad en el estado.

¿Qué hacer? Nada funciona en Guerrero, construyen autopistas para combatir el crimen, militarizan ciudades, se apoya el mando único, se refuerzan las policías locales, lo que aún no entiende el gobierno federal es que ya es demasiado tarde, la violencia se ha convertido en hábitos y formas de vida, en juegos de niños. No hay zonas rojas en las ciudades, hay escuelas blindadas, médicos con temor a ser secuestrados, meseros con miedo de morir en un fuego cruzado, la violencia no se trata de células focalizadas sino en una educación en casa expuesta al crimen organizado. De resolverse este problema, los resultados los veremos en un par de generaciones más, justo así es el lugar donde vivimos.