Contrario a lo que se cree, la llave de los recursos públicos no está cerrada para todos en Coahuila. Me explico.

El funcionario mejor pagado no es el Gobernador ni cualquiera de los 15 secretarios que integran su gabinete administrativo. Tampoco el Procurador, ni los 38 alcaldes, ni los 25 diputados locales, ni los 14 magistrados del Tribunal Superior de Justicia, ni los consejeros del IEC ni los comisionados del ICAI.

El afortunado no figura en nómina y ni siquiera es coahuilense, pero mes a mes recibe dinero de las arcas estatales. Cosas de la vida: el mejor pagado de Coahuila ni siquiera vive en la entidad.

Se llama Rubén Aguilar Valenzuela, trabajó como vocero durante la Presidencia de Vicente Fox, y cobra 174 mil pesos mensuales al Gobierno del Estado por “Asesoría en Comunicación Gubernamental”.

No acaba de ser contratado, cabe señalar. Desde marzo 2012 (apenas cuatro meses después de iniciado el sexenio de Rubén Moreira) a mayo 2016 (último reporte de pago) ha facturado ocho millones 294 mil pesos a través de la persona moral “Afán, Consultores Internacionales S.C”, como consta en el oficio STYP/UT/098/2016 con fecha 10 de junio de 2016.

En 2012 cobró 116 mil pesos al mes, y a partir de 2013 el monto subió a 174 mil y ahí se ha mantenido. De continuar recibiendo la misma cantidad hasta noviembre de 2017 habrá percibido 11 millones 426 mil pesos en todo ese tiempo. Casi dos millones anuales.

Una pregunta sensible para contextualizar: ¿cuántos medicamentos podrían adquirirse para la Clínica del Magisterio en Saltillo con esa cifra?

Evidentemente no soluciona el proverbial desabasto, aunque sí paliaría la demanda.

Y la Secretaría Técnica, justo es decirlo, no desglosa cuáles han sido los servicios recibidos de Rubén Aguilar.

¿Les estará revelando tácticas de guerra?, ¿la fórmula de la Coca-Cola?, ¿específicamente a quién asesora y por qué lo hace a control remoto?, ¿conoce la peculiar idiosincrasia de los coahuilenses?

Vayamos a lo fundamental. Para qué sirven, entonces, los 74 empleados adscritos –oficialmente- a la Unidad de Comunicación Social si mes a mes ocupan los servicios de un ‘asesor en comunicación gubernamental’.

¿No había profesionistas capacitados en Coahuila que cumplieran esa labor?

Tan solo en 2012 el Gobierno de Coahuila derrochó 948 millones 352 mil 798 pesos en publicidad oficial según las organizaciones Fundar y Artículo 19 (informe publicado en 2014). Sobre los cuatro ejercicios fiscales posteriores no hay información disponible, y cualquier intento de obtenerla y elaborar un estudio por medios propios sería inexacto debido a la opacidad y discrecionalidad en el tema.

Sin embargo se conoce que alrededor de 745 millones de pesos al año se destinan a “servicios de comunicación y publicidad”, de acuerdo con los presupuestos de egresos de 2013 a 2016. 
¿No son bastantes ya?, ¿es indispensable sostener además a Rubén Aguilar?

Cortita y al pie

Voy a citar dos conclusiones que la calificadora internacional Standard & Poor’s emitió en febrero pasado acerca del Gobierno de Coahuila: “la administración financiera sigue afrontando importantes presiones en el gasto operativo”, y “el desempeño presupuestal ha mostrado una tendencia de debilitamiento durante los últimos dos años”.

Hasta aquí no habría duda que no está el horno para bollos.

La última y nos vamos

¿Le parece a usted un asunto sin importancia?

Para dimensionar: estamos hablando de una persona que recibe unos honorarios más altos que cualquier servidor de los tres poderes del Estado, por un ‘trabajo’ que ni siquiera se conoce.

Ahora bien, que no se olvide un detalle: son recursos públicos. Y así, en casos como éste, se escurre un presupuesto como agua entre las manos.

@luiscarlosplata