Me tomó un par de semanas analizar y pensar lo ocurrido el pasado 6 de junio. Las elecciones intermedias no solamente eran el espacio para escoger las y los candidatos que creyéramos mejores para la renovación de gubernaturas, alcaldías y diputaciones locales y federales a lo largo y ancho del país. También eran la antesala hacia el 2024, el cambio presidencial.  Me llamaron la atención tres asuntos en particular.

Desistieron 419 candidatos y/o candidatas antes de llegar a la elección. Esto quiere decir que 419 personas de diferentes partidos políticos dijeron que siempre no antes de llegar al día de la elección y conocer su resultado, renunciando a sus candidaturas. ¿Por qué pasa esto? Existen diferentes motivaciones desde personales, hasta económicas. No es un secreto que muchos candidatos “se bajan” de la elección por cierta cantidad de dinero. Pero hay otras, políticas, que tienen que ver más con la presión que hacen algunos grupos (criminales, políticos, de facto, etc.). Si bien hay que analizar cada caso desde su contexto, el número a botepronto es preocupante y deja entre ver qué hay algo más que está pasando para seguir analizando en los próximos meses.

El Cuarto Informe de Violencia Política en México 2021 revela que se registraron 476 agresiones contra políticos y 75 políticos, de los cuales 35 de éstos eran candidatos o candidatas, fallecieron durante el periodo electoral. No estaba tan alejado de la realidad el “miedo” que pudieron sentir algunos aspirantes durante los meses de campaña, orillándolos a renunciar o tomar otras acciones.

El uso de las mañaneras durante la campaña. Si bien el presidente López Obrador ha dicho un sin número de veces que no buscará la reelección presidencial, nadie puede decir que su poder político es lo que sigue (y seguirá) sosteniendo a Morena, esto no fue la excepción durante el periodo electoral. No se entendería (a reserva de Zacatecas y la Alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México con el Senador Ricardo Monreal) no se entendería ninguna campaña de Morena sin el mensaje de López Obrador. No hay discurso de Morena sin hablar de la 4ta Transformación, los programas y proyectos emblema (Tren Maya, Aeropuerto, Pensión a adultos mayores, Jóvenes construyendo el futuro). Esto es muy poderoso y peligroso al mismo tiempo. Abusar de la simpatía y la aprobación que tiene López Obrador es grave, los partidos políticos no deben centrarse en un líder carismático sino en sus propuestas para resolver los problemas públicos. Sin olvidar el uso que se le dio a las campañas de vacunación contra el COVID-19, no olvidemos que antes de la elección se estaban aplicando un poco más 1 millón 100 mil y ahora no podemos llegar a los 800 mil diarias.

Si bien nuestra democracia está muy lejos de ser perfecta, más bien, tiene más errores que aciertos; es el único sistema de gobierno, hasta al momento, que permita organizar y priorizar las necesidades de todos sus habitantes y tomar decisiones de la manera más transparente y eficaz posible. El pilar de cualquier democracia (en construcción o consolidada) está en su sistema electoral y en la facilidad que existan para que todos los grupos políticos puedan presentar sus opciones sin ningún tipo de sesgo o presión. Lo que ocurrió este año es grave y nos da oportunidad de visualizar cómo vendrá el próximo año y sobre todo el 2023 que será la tierra para sembrar rumbo a la carrera presidencial.

En este orden de ideas, es muy importante que estemos monitoreando y participando en las discusiones de la Cámara de Diputados y Senadores en los próximos meses, sobre todo cuando se habla de cambiar/regular/transformar al INE. Sin árbitro electoral, la democracia nos puede salir mucho más cara de lo que ya, y no solo en términos de presupuesto, sino lo que podemos perder al no hacer válido nuestro derecho al voto. Esta es una invitación permanente a ser #CiudadanodeTiempoCompleto y echarle un ojo a lo que están haciendo tus representantes, es nuestro derecho y obligación.