La inclusión de los contralores internos en las diversas dependencias gubernamentales la dispone la normatividad correspondiente, no es opcional, si se incumple debe haber una sanción prevista en las mismas normas, de lo contrario sería una ley imperfecta.

Una noticia por demás aberrante ha salido a luz pública que contiene tintes de sospecha. Resulta que el titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila se ha opuesto a que en su dependencia exista un contralor interno.

El contralor es un profesional que realiza labores de vigilancia, ese es su papel, no lo hace con el afán de fiscalizar todos los movimientos que los servidores públicos realicen con el solo propósito de encontrar culpables de inconsistencias, sino que lo hace con el objeto de que se cumplan con las reglas sustantivas y adjetivas para que se transite por caminos de pulcritud administrativa e higiene en sus jornadas cotidianas, donde sus empleados contribuyan a dilucidar los problemas que les presenten los ciudadanos que se ven vulnerados en sus derechos humanos.

Algunos medios han publicado que esa Comisión se ha visto envuelta en quehaceres que han incumplido con preceptos que las normas prescriben y que se han tratado de ocultar, por lo que se deriva que por esas acciones la instalación de un Contralor Interno en esa oficina sea impermeable.

Con esa actitud el encargado de la Comisión de los Derechos Humanos muestra influencia y poder sobre los demás miembros de los círculos de poder, ya que refleja una forma de preeminencia por encima de las disposiciones legales de la materia, y lo peor, de una tolerancia que muestra una debilidad que no se debe permitir por parte de los que deben aplicar la reglamentación. El Estado no debe consentir esa fragilidad simplemente porque tiene el poder.

Si la citada Comisión exige que sus recomendaciones sean cumplidas, de la misma manera debe cumplir con las que a ella le obliguen las disposiciones legales.

La instalación de los contralores internos en la estructura gubernamental es obligatoria, no es si se quiere o no.

Se lo digo en serio.

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@aguirreperalesf