Usted está aquí
El conductor de ESPN que se fue a la quiebra por andar en el 'desmadre'
La fama generada por aparecer en la pantalla grande puede hacer que los comentaristas pierdan el piso o llevarlos a gastar grandes cantidades de dinero, algo que le pasó a uno de ESPN.
Álvaro Morales reveló que cuando inicio su carrera se dio algunos lujos, pero no pensó que no saber administrar su dinero lo llevarían a la ruina.
"Alvarito" fue invitado al canal de Javier Alarcón en Youtube y confesó que era una persona tranquila en sus inicios y nunca perdió el piso. Cuando llegó a Sportcenter sintió que podía hacer cualquier cosa sin tener consecuencias.
“De reportero tranquilo, siempre con la cabeza bien centrada, cuando empiezo a hacer SportsCenter también, humilde, centrado, empiezo hacerlo en 2006, tenía 25 años, pero llega un momento, y cuando surgen las redes sociales, ahí viene un golpe muy fuerte, hay muchas maneras de marearse, la más común es la soberbia pero esa no me dio a mí, hay otros compañeros que el dinero los hace compradores compulsivos, aunque sigamos siendo humildes y buena onda", comentó Morales.
Pero a pesar de que no se le había subido la fama, existieron excesos que le cobraron factura.
"A mí me dio una, yo seguía siendo el chavo amable, buena onda, nadie pensaba que a mí se me había subido, una que es quizá sea la más peligrosa que yo llamo el sentimiento de inmortalidad, que sientes que puedes hacer todo y que no te vas a morir, sientes que te puedes ir de exceso de fiesta, te puedes volver un desmadre, pero sigues siendo buena onda, entonces la gente piensa: 'no, no se le ha subido'", recalcó.
Su carrera se vino abajo cuando comenzaba a saborear las mieles del éxito.
"Empiezo a echar mucho desmadre, relajo y se empiezan a caer muchas oportunidades y comienzan a dárselas a otros compañeros que incluso venían en un proceso atrás de mí y me rebasaron", situación que también lo llevó a la quiebra.
"En el 2012, más o menos, 2012 o 2013, me quedo en bancarrota, yo gastaba mucho dinero, como nunca habíamos estado acostumbrados a tener tanto, lo gastabas, te quemaba las manos, un día revisé uno de mis estados de cuenta, porque además por imbécil ya no los revisabas, llegabas y pagabas; y pagaba mucho en restaurantes, yo comía mucho fuera de casa, yo pagaba cantidades bárbaras en restaurante".
Sin embargo la ocasión que tocó fondo es cuando se dio cuenta por un aviso que debía más de 300 mil pesos y no le alcanzaba el dinero de su sueldo para pagar.
“Hasta que en un momento me llega el aviso de que tenía una deuda terrible de 375 mil pesos en la tarjeta de crédito, ya los egresos y la deuda era mucho mayor a los ingresos, había una descomposición total en mi presupuesto interno y me voy a la quiebra, pierdo mi casa, todo, termino yéndome a un cuarto a vivir, yo ya Álvaro Morales de ESPN".
Luego de perder su casa, rentó un cuarto en Tecamachalco, dentro de una mansión, lo que le ayuda a ahorrar.
“Buscando encuentro un cuarto en Tecamachalco, era una mansión, pero me rentaban un cuarto, como el cuarto del mozo por así decirlo, y era mucho mejor en mi presupuesto, yo en Polanco estaba pagando 15 varos, en Palmas eran otros 10, y en este cuarto eran 6 varos, esto me conviene más en mi presupuesto, y armo un plan, yo soy muy metodológico, empiezo a armar un plan para salir de la deuda, se viene una renegociación de contrato ahí con ESPN, eso me genera un beneficio pero faltaban 3 o 4 meses para que recibiera ese pago”.
El comentarista deportivo tuvo que ahorrar en exceso para pagar sus deudas y llegó a prácticamente no comer, lo que ocasionó que bajara de peso.
“Maximizo todo, ahorro absolutamente todo, yo terminaba comiendo en un restaurante chino de Tecamachalco sopa de verduras en 25 pesos y era todo lo que comía, incluso llegué a bajar, perder 20 kilos, absolutamente todo lo ahorraba”.
Luego de tres o cuatro meses pudo salir de sus deudas. Pagó absolutamente todo y no se arrepiente de lo sucedido.
“Cuando hago la retrospectiva es nunca me pesó porque toda la vida he estado acostumbrado a sobrevivir: a las dictaduras, la pobreza, las carencias, yo soy un sobreviviente. En el Mundial de 2014, yo me recuerdo perfectamente, estaba viendo el Mundial tranquilo y ya venía otra etapa y dije: '¡puta madre cabrón, me rezague!', vi compañeros que llevaron a ese Mundial y dije me rezagué. Entonces en lugar de decir qué pendejo como te rezagaste, y dije lo vivido nadie te lo va a quitar, no nos podemos arrepentir, no podemos ser hipócritas, pediremos perdón a las personas que hayamos dañados, pero ahora debemos retomar el asunto”, finalizó.