Desde hace tiempo los aficionados de Rayados y Tigres sienten el derecho de preguntarse si el Clásico Regio podrá compararse con el América-Chivas.

La misma pregunta en la década de los 70 se hicieron otros regiomontanos, aquellos capitanes de la industria que conformaron el Grupo Monterrey y que desafiaron el poderío político del centro del País.

Hoy es el poder futbolístico el que desafía a los equipos del centro, a aquellos equipos llamados “grandes”.

No hay duda de que el poderío económico, pero no el popular, se ha trasladado al pie del Cerro de la Silla.

En tanto, el Cásico Regio sigue con su tradición, con sus usos y costumbres.

¿Eres tigre o rayado?

Es casi casi una pregunta obligada cuando se conoce alguien en la Sultana del Norte.

No queda muy claro si la cultura regiomontana definió la personalidad del futbol regio o ha sido al revés, porque quizá ha sido la pasión del futbol la que ha modificado nuestra identidad.

Hay otras fronteras que no está muy definidas, si la mejor afición de México, como le llaman a los fanáticos regios, surgió de una manera natural, o si algunos líderes de opinión la provocaron.

El debate será eterno. Lo cierto que este sábado 29 de octubre los Tigres y Rayados se enfrentarán en la edición del Clásico 109 que llega en una forma muy diferente a la que conocieron las generaciones de las décadas de los 70 y 80, con los plantes más caros del futbol mexicano.

Dos equipos y una afición que se preguntan con argumentos si alguna vez será posible conquistar el mercado nacional.

Se trata de un fenómeno, de un torneo a parte disputado entre dos filosofías que han partido a la ciudad, que a lo largo de 40 años ha delineado sus propios héroes y antihéroes, sus propias anécdotas y dramas.

Una historia de la que casi nadie se escapa, pues casi todos los regiomontanos (incluso a los que no les gusta el futbol) tienen una experiencia relacionada con la pasión Rayados-Tigres.

La edición 109 llega con ingredientes que animarán las futuras conversaciones de los aficionados:

¿Te acuerdas del Clásico cuando Nahuel Guzmán llegó después de equivocarse varias veces?

¿O aquella edición 109 en la que jugaron dos franceses para los Tigres?

Este será el Clásico de Mohamed, el “Turco” que buscará sacar el corazón de un equipo casi moribundo y que desea tomar oxígeno con una victoria ante los Tigres, en pos de la Liguilla.

Será el Clásico de la camiseta de Guido Pizarro, insultando a los Rayados, y de la de Aldo De Nigris mofándose de los Tigres mientras toma un micrófono para entrevistar a Luis Pérez.

Una población que alguna vez soñó con que Nuevo León se independizara de México, hoy anhela el día en su Clásico conquiste a todo un País y se hablé de tú con el América-Chivas.