El circo del miedo (1ª parte)

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El circo del miedo (1ª parte)

Llega el circo del miedo a Coahuila (¿o ya existía?) con cuatro pistas y los mismos personajes malévolos y horripilantes que siembran el terror entre los habitantes.

En la primera pista. Resultará benéfico para los litigantes y perseguidos políticos de la actual administración estatal, que fueron privados de sus trabajos de manera injustificada, la iniciativa de reformas a la Ley Federal del Trabajo que establece a los tribunales laborales dependientes del Poder Judicial de la Federación, dando a las actuales juntas locales y federales la simple facultad de la conciliación.

Ya descansaremos de los telefonazos desde el poder para darle “tronco” a los incómodos trabajadores o empresarios no afines, a través de los sumisos titulares de las juntas de conciliación.

Recuerdo que en agosto de 2010, después que Bona Mayahuel Vázquez efectuó ajustes en la deuda de Coahuila junto con Ismael “Lito” Ramos y el tamaulipeco Javier Villareal, la premiaron enviándola como “rectora” de la UTC, donde, gracias a su pedantería y carácter irascible, se le formaron dos sindicatos –uno de ellos auspiciado por la UNT– y le tronaron la huelga en la Universidad. Bastó un telefonema del hoy primer priísta del Estado para que en la Junta Local de Saltillo se desconociera al sindicato y, sin recuento, se le despojara de la titularidad; y asunto arreglado. Hoy, la cosa será muy distinta.

En la segunda pista. Y ya que hablamos de “Lito” Ramos, nada menos que el encargado de aclarar tardíamente que “no existen empresas fantasmas en Coahuila”, surgen infinidad de dudas que no fueron cuestionadas por los obedientes diputados del centro de alabanza de Coahuila y su pastor “Chema” Fraustro.

1. Si se tenían los datos en las páginas de transparencia, RFC y declaraciones, ¿por qué el Secretario de Finanzas utilizó 24 días para su “aclaración”? 2. Si es que existen esas empresas fantasmas, ¿por qué los precios excesivos de sus servicios y aún así la contratación de éstos? 3. ¿Se verificó que hoy día existan esas empresas? 4. ¿Por qué ahora la necesidad de una ley para regularlas o evitarlas?

El procedimiento que pretende utilizar “Lito” para engatusar a los coahuilenses es el mismo usado en el manejo de la deuda pública de Coahuila en 2011. Una vez descubierta la trapacería, entonces hacemos una ley que la oculte por varios años como información privilegiada.

En la tercera pista. Con maromas de saltimbanqui, el Alcalde de Piedras Negras deberá ser sometido a exámenes antidoping cada vez que se le ocurra declarar a los medios de comunicación.

Resulta evidente que algo sucede con ese experimento del circo coahuilteca que trastabilla y emite declaraciones descabelladas y sin razonamiento previo. Nada menos en agosto de este año contradijo al gobernador Moreira al afirmar que la inseguridad no se acabaría nunca.

La última ocurrencia, mostrando su cinto Gucci de 300 euros, fue instar al “Bronco” y a Cabeza de Vaca para que hicieran su trabajo y evitaran la inseguridad en Piedras Negras. Ya está como el delfín que dice que los muertos son de Durango y los vienen a tirar a Torreón.
Purón ya fue demandado por el PAN al excederse en sus funciones (y vaya que procede), ya que no sólo clausuró un espectacular de ese partido alegando falta de pago, sino que lo modificó y ridiculizó el mensaje. Dicen que recibió llamada del Palacio Rosa para darle un tenme aquí.

En la cuarta pista. “Costo de una licencia de manejo en Coahuila: 625 pesos. De una copia certificada de nacimiento: 120 pesos. De los derechos vehiculares y refrendos con plaqueo: 2 mil 400. Pertenecer a un grupo territorial del PRI: ¡no tiene precio!”

Y es que sucede que a orden girada desde Palacio Rosa, se instó a las operadoras de colonias para que avisaran rápido a sus militantes sobre descuentos en los precios de  licencias de conducir, que costó sólo 150 pesos y diversas actas en cinco. La acción confirma la desesperación que los absorbe con su candidato que no levanta, aún cuando un familiar directo de su alteza serenísima es quien coordina la acción. Y lo que falta para el presupuesto lo va a seguir pagando usted, estimado lector.