En su última película "Demolition", Jake Gyllenhaal encarna a un banquero que debe encontrarse a sí mismo tras la repentina muerte de su mujer.

En una conversación con medios internacionales, entre ellos dpa, el actor estadounidense de 35 años habló sobre la elección de sus películas, sus héroes poco amables y por qué le gusta aprender a boxear o a conducir bulldozers a través de sus papeles.

dpa: "Nightcrawler" trataba del voyeurismo de nuestra época, mientras "Demolition" habla de los ideales huecos de la sociedad de consumo. ¿Sus películas siempre tienen que transmitir un mensaje?

Gyllenhaal: Quizá es inconsciente, pero creo firmemente que las películas son políticas. Queramos o no, todo lo que hacemos o decimos tiene un efecto. Para mí una película debe ser siempre más que puro entretenimiento. Me encanta la cultura pop, comer palomitas en el cine y pasarlo bien, pero también quiero sentir una conexión con algo. Por eso las películas de superhéroes siguen siendo teniendo tanto éxito: están unidas la mitología, para que todos nosotros podamos pasar por esta vida. No diría conscientemente: "Dénme sólo películas que tengan sobre todo algo político que decir sobre la situación de nuestra sociedad". Pero digo: "Descarten las otras".

dpa: En su última película interpreta a un hombre rico y bastante insensible. ¿En algún momento le preocupó que los espectadores no se pudieran identificar con el personaje?

Gyllenhaal: Precisamente esa insensibilidad le hace humano. La ironía es sin embargo no somos capaces de identificarnos cuando alguien hace algo que realmente responde a su interior. Mi personaje tomó simplemente un par de decisiones en la vida porque se impusieron las convenciones sociales. Se dice a sí mismo: me caso con esa mujer porque estoy en la edad de casarme con alguien. Ahora ganaré mucho dinero porque es algo que parecer exitoso. Y de repente ya no se reconoce a sí mismo, porque durante mucho tiempo ya no se ha escuchado a sí mismo. En realidad se debería sentir compasión por él porque es alguien que se ha perdido a sí mismo y sólo persigue cosas que la gente quiere en general.

dpa: En "Southpaw" boxeó, en "Demolition" destruye su casa con un bulldozer. ¿Traslada al final de los rodajes esas capacidades adquiridas a su vida cotidiana?

Gyllenhaal: ¡Esa es la mejor parte de mi trabajo! "¿Por qué hacemos nuestro trabajo si no es porque podemos aprender algo de alguien que nos acerca al mundo de otra forma?", se preguntó Gyllenhaal. No puedo boxear en todas las películas pero es ese aprendizaje me da seguridad antes de subir al escenario. A partir de ahora durante toda mi vida antes de hacerlo tensaré los hombros y pensaré: "Lo conseguirás". Y espero que pronto llegue un momento en el que alguien me pregunte si sé conducir un bulldozer.

SOBRE EL ENTREVISTADO: Jake Gyllenhaal, de 35 años, nació en Los Angeles. Tras saltar a las pantallas con su thriller psicológico "Donnie Darko", no dejó de dar titulares con películas poco comunes como el drama de boxeo "Southpaw" o el oscuro thriller "Prisoners". Fue nominado a un Oscar por su papel como cowboy homosexual en "Brockeback Mountain". Gyllenhaal procede de una familia de cineastas: La madre es productora y guionista y el padre trabaja como director, mientras su hermana Maggie es también una conocida actriz. Jamie Lee Curtis ("Fish Called Wanda ") es su madrina.