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El ‘canguro bomba’ con el emblema de Estado Islámico que nunca explotó
Según pudo oírse hoy jueves en una vista de un juicio celebrado en Melbourne, un adolescente australiano mostró en conversación con mensajes a través de las redes sociales su intención para llenar de explosivos la cavidad de un canguro y pintarle el símbolo de Estado Islámico, para llevarlo posteriormente a una comisaría de policía y que allí hiciera explosión.
Sevdet Besim, de 19 años, supuestamente habló con un adolescente británico acerca de sus intenciones, que incluía planes para decapitar o atropellar por lo menos a un agente de policía durante un desfile con motivo del Día de Anzac — una jornada en la que en Australia se conmemora a los veteranos y soldados muertos en conflicto.
El niño británico, cuyo nombre no puede ser nombrado porque tiene tan solo 15 años, fue condenado a cadena perpetua por un tribunal en el norte de Inglaterra, en octubre de 2015, tras ser declarado culpable de enviar miles de mensajes a Besim, en los que le daba instrucciones para realizar un complot terrorista "muy impactante en su brutalidad y alcance".
Besim se declaró no culpable de los cargos que se le acusa, y será sometido a juicio en la Corte Suprema del estado de Victoria. También se enfrenta a cadena perpetua si es declarado culpable.
Besim supuestamente le dijo a su conocido británico que estaba "listo para luchar contra esos perros allí [sic]", según los documentos aportados en el juicio.
"Me encantaría acabar con algunos policías", dijo presuntamente Besim en sus mensajes online. "Voy a encontrarme con ellos y luego les cortaré la cabeza haha", aparece en los supuestos mensajes del joven.
En los documentos aportados en el juicio, se detallan las comunicaciones enviadas durante las primeras horas del 20 de marzo del año pasado: "La conversación continúa con Besim detallando lo que hizo ese día y teniendo una discusión sobre los animales y la vida salvaje en Australia, incluyendo la sugerencia de que un canguro repleto de C4 explosivo y pintado con el emblema de Estado Islámico, podría soltarse en una comisaría de policía para hacerlo estallar".
En un intercambio de mensajes, el adolescente británico sugirió a Besim tener su "primera experiencia de decapitación" atacando "a una persona en solitario".
El menor británico de 15 años, ha sido la persona más joven en ser condenada por un delito de terrorismo en octubre pasado. El joven fue aconsejado por un adulto cuando se puso en contacto con Besim. Se trata de Abu Khaled al Cambodim, un reclutador australiano muy conocido por la policía que estuvo luchando en Siria, según se dijo el año pasado en un tribunal británico.
Besim y otros cuatro acusados de haber conspirado con él fueron detenidos en Melbourne una semana antes del Día de Anzac, informó la agencia de noticias Associated Press.
El plan del grupo para asesinar a los agentes policía hubiera podido llevarse a cabo si la policía británica no hubiese descubierto la trama y alertase a sus homólogos de Australia, según dijo el tribunal británico.