El beisbolista Fabrico Macías Vargas arribó a su hogar en Saltillo luego de haberse coronado campeón mundial Sub23 con el selectivo mexicano, en Barranquilla, Colombia. En exclusiva para VANGUARDIA, Fabricio externó su alegría al ser recibido por sus padres y poder pasar unos días en casa, además de platicar sobre sus próximas metas a conquistar.

“Bien contento, una de las cosas que yo siempre quiero es regresar a mi casa y verlos a ellos, porque estar lejos de ellos es difícil”, dijo Fabricio estando en la sala de su casa junto a sus padres, Enrique Macías y Maru Vargas.

El pelotero también compartió su primer pensamiento recibiendo el trofeo para México, “No pues no manches, pienso rápido en mi familia, mi abuelito, toda la gente que siempre me ha apoyado”, comentó el pelotero.

Precisamente habló sobre Papi Nando, como se refiere a su abuelito, quien, a pesar de haber fallecido, siempre será un importante pilar en la carrera de Fabricio, “Yo era su favorito, en todos los torneos siempre era hablar con él. Siempre cada torneo, todo lo que hago es para él”, a Don Nando no le fue posible ver triunfar a su nieto, quien ahora orgullosamente puede presumir de ser campeón del mundo.

En casa, la mamá de Fabricio vivió intensamente la Gran Final, “Muy contenta, nerviosa y todo, pero cuando se puso el juego más difícil, pues qué hago, rezarle a Dios”, las oraciones de la señora Maru rindieron frutos, pues, además del campeonato, su hijo dio el doblete para el triunfo 2-1 ante Japón y fue MVP. “No me lo esperaba, me habían pasado situaciones así durante el torneo, pero no esperaba que me tocara lo más importante del juego y pues responderle bien”, dijo Fabrico.

“Este es un principio, ojalá que Dios quiera y sigan los éxitos de mi hijo, que le de una gran satisfacción a México, a su estado y al ejido La Rosa, donde él se crío”, orgullosamente señaló Enrique Macías.

A finales de noviembre el pelotero estará reportándose nuevamente con Piratas de Pittsburg para seguir entrenando.