El triunfo aplastante por parte de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Congreso del Estado, fijó un camino con variantes por el que transitará el gobernador a partir del primer día del 2021 por lo que tendrá que partirse, políticamente hablando. Por un lado salir de Palacio de Gobierno por la puerta de enfrente y por el otro lograr posicionar a su sucesor y sentarlo en la silla que usó durante su sexenio.

En el corto plazo –pues la elección federal del 2021 será otra situación en otra dimensión distinta a ésta- una variante será transitar detrás de los nuevos diputados de su partido que le irán despejando el camino para que llegue al final de su administración pública sin obstáculos que le puedan manchar su trabajo y le infieran dificultades, por lo que deberá escoger con política sabia al Presidente del Congreso que entre sus cualidades posea la sensibilidad, la inteligencia y sobre todo la madurez política fuera de toda frivolidad en sus antagonismos legislativos, así sea poco el número de diputados de Morena, Acción Nacional (PAN) y del Verde Ecologista cuyas curules apenas si alcanzan 9 contra las 16 del PRI, ya que será imposible que por votación los plurinominales logren avanzar en sus pretensiones, y menos con las que envíe el Ejecutivo del Estado.

Otra variante puede ser que se tope con algunos de los nuevos legisladores que podrían influir en la selección del candidato a gobernador y que difiera de su opinión, a pesar de tener ese derecho no escrito de seleccionarlo, pues empezarán a trabajar con el objeto de preservar los intereses del grupo político que ha hecho valer sus decisiones transexenales, sobre todo ahora con la fuerza que tiene como representante del PRI ante el Instituto Nacional Electoral (INE) y quien desde hace años tomó la mano del gobernador actual construyéndole una carrera política hasta sentarlo en la primera silla en Palacio de Gobierno, por lo que se verá difícil que tome él solo la decisión de la sucesión y menos cuando hubo una intermediación por afinidad de fina estampa que con su influencia lo hicieron gobernador, y que de nuevo podrá intervenir.

Esas variantes que se supone que siempre serán paralelas sin juntarse podrían dejar ese estatus y unirse cuando llegue el momento de la develación del candidato.

Cuando la ciudadanía constata que el gobierno atiende sus necesidades premia al partido político que postuló a la autoridad que cumple con su trabajo y sigue apoyándolo junto con sus candidatos.

Eso lo acabamos de comprobar con la votación a favor del PRI, y hay que decirlo, tanto el gobernador como el alcalde de Saltillo han cumplido a pesar de tener en contra un gobierno federal que le ha regateado apoyos, como el solo hecho de restarle millones de pesos en los que se tenía cifrada la solución de múltiples necesidades.

Estas elecciones intermedias ya pasaron dejando un triunfo en resumidas cuentas para el gobernador, pero que debe darse ya el punto final hablando electoralmente, pues habrá que prepararse para las elecciones federales del 2021 que serán definitorias para la sucesión del próximo Gobierno Federal y en las que deseamos que el Congreso ya no sea propiedad del Presidente de la República como ahora sucede, y que tendrá la responsabilidad de haber aprobado una normatividad en las que el país ha ido declinando y que ya deseamos que termine su periodo irracional.

Señor Riquelme: celebre el triunfo de su partido en estas elecciones pasadas, pues le harán bien y que aunque huérfanas le representan un avance político importante.

Por otro lado ya desde ahora debe preparase aglutinando a los miembros de su partido porque en el 2021 se llevará a cabo la elección madre que será miles de veces más importante que la que acabamos de celebrar en Coahuila, pues la constitución del Congreso Federal va a ser el eje principal de la vida de México, pues debemos pugnar para que exista un Poder Legislativo que realmente frene al Ejecutivo Federal en sus sandeces.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf