Don Esteban Alonso Flores es el bolero que asegura le aseó el calzado de Pedro Infante durante la visita del ídolo mexicano a Saltillo, a mediados del siglo pasado, pero es solamente una de las anécdotas que le ha vivido en casi 65 años de desempeñar este oficio, asegura que también le dio servicio varias veces al general Francisco Coss, en los últimos años de vida del revolucionario.

De edad tiene 75, dice el originario del rancho El Recreo, ubicado al sur de Saltillo. Comenta que desde niño llegó a la ciudad y como medio de vida aprendió a bolear. Desde entonces no ha parado y gracias a esto pudo sacar adelante a su familia. “Siempre nos gustó trabajar, fue algo que nos enseñaron nuestros padres: la honradez y el trabajo”, comenta este hombre.  

Comenzó allá por 1950 con un cajoncito que llevaba por la calle de Hidalgo, frente a Catedral, en la Plaza de Armas, Zaragoza y hasta la Plaza Acuña, a un lado del Mercado Juárez, donde se le encuentra ahora. Por aquellos años se formó el sindicato de boleros.

Fue al poco tiempo de comenzar con esta labor que don Esteban tuvo una de sus mejores experiencias al conocer y dar servicio al actor. Ese día lo llamó “Panchito”, un amigo mayor que él, quien era traductor en el Hotel Arizpe. “Véngase mi Bolita”, su apodo de toda la vida.

“Me dice Panchito, ‘véngase pa’ que se eche una boleadita’. ¿Y sabe a quién fui a bolear?, a Pedro Infante, aquí en el hotel Arizpe. Ahí llegaban todos. Él traía en ese entonces a Irma Dorantes, estaba jovencita, muy guapa por cierto”, recuerda este bolero y no puede contener una sonrisa.

Cuando tenía 20 años de edad, este bolero cambió de residencia a Tlalnepantla, Estado de México. En ese lugar formó su familia, permaneció varias décadas allá hasta que hace unos cuantos meses regresó a esta ciudad para continuar con su labor.

Aunque está convencido de que la mayoría de los boleros de hoy sí le hacen honor al oficio, siempre habrá sus excepciones, aquellos que realizan esta labor nada más porque sí, “cariño al trabajo es lo que hace falta y una unión más firme de todos, que nos ayudemos mutuamente”, es lo que pide.    

“Aquí el bolero debe saber de política, debe ser la doctora corazón porque los clientes quieren platicar con uno, el bolero tiene que comprar el periódico porque tiene que estar al tanto de lo que pasa en Saltillo”, comenta don Esteban, quien asegura que continuará en esta labor hasta donde las fuerzas de lo permitan.

Uniforman a boleros de Saltillo​
Para reconocer la labor de los aseadores de calzado de la zona centro de Saltillo, el alcalde de la ciudad, Isidro López Villarreal entregó batas de trabajo a 50 boleros que se reunieron con este fin en la Plaza Manuel Acuña la mañana de ayer jueves; ahí también los invitó a promover entre sus clientes los atractivos turísticos de la ciudad.

El Presidente Municipal agradeció la labor de estos trabajadores que están agremiados a la Asociación de Boleros, algunos de los cuales tienen 40 o incluso más años realizando este oficio. “Son ustedes, los saltillenses, los que todos los días con su trabajo hacen que los demás se sientan mejor, que los demás se sientan a gusto porque  traen bien boleados sus zapatos”, les dijo.  

Como representante de los aseadores de calzado, el señor Luis Aguilar tomó la palabra para agradecer el gesto a las autoridades y motivó a sus compañeros para que sigan realizando su trabajo con calidad.

Isidro López entregó a los boleros folletos informativos que elaboró la Dirección de Turismo Municipal con el fin de que estos trabajadores entreguen uno a sus clientes de manera espontánea, especialmente a los foráneos, esto para promover los atractivos que ofrece la ciudad en este tema.