El asado es una mezcla de sabores y aromas, están los tradicionales rojo y verde, pero también hay de ciruela, naranja, higo, chilaca, mezquite, manzana, nuez, membrillo, canela y demás, elaborados con carne de cerdo, con pollo y hasta sin carne, estos últimos los más novedosos y conocidos como veganos.

El tradicional platillo norteño y estrella de una serie de eventos familiares, brillará otra vez, pero ahora en el tradicional Festival de los Asados de las Cocineras Tradicionales que se realizará del 28 al 30 de julio en Arteaga, donde 17 cocineras tradicionales presentarán la variedad que solo ellas pueden ofrecer.

Más de una tonelada de asado en sus diferentes versiones, son las que contemplan vender durante esos 3 días, en las que estiman una derrama económica de alrededor de 300 mil pesos con la llegada de poco más de 5 mil comensales al festival.

Para Rosa María Valdés, una de las cocineras que participan en este festival, el asado “para mí representa cinco generaciones que lo han preparado, pero sobre todo, es mantener a mis abuelos vivos con ese afán hacía la vida, el amor, la pasión y con dar siempre un servicio de humildad y respeto”.

Ella representa a la quinta generación en su familia en preparar asado, hoy cocina 16 tipos diferentes desde el restaurante Mostrador Turístico ubicado en el centro histórico de Arteaga.

El año pasado el asado de mezquite fue la novedad, hoy es vegano.

Pero ¿Cómo puede ser considerado asado si no hay carne?, el asado, responde, tiene su origen en asar,  a través de una fusión de lumbre hay un contacto con cualquier producto, al que se acompaña con una salsa, es esa combinación y fusión de sabores, lo que da como resultado el preciado alimento.

La presentación dijo, puede ser en alambre o revoltijo, en lo que se antoje y se le acompaña de la salsa que es la estocada final de cualquier guisante.

En la presentación del evento Rosa María Valdés llegó con uno donde la estrella era el champiñón, acompañado de una serie de verduras y colocado sobre una cama de arroz con su respectiva salsa.

Otra de las 17 cocineras que participan en el Festival es Ana María Castañón, una terapeuta que le gusta preparar asado porque viene de una familia numerosa, donde siempre se cocinaba en cazuelas de gran tamaño para todos.

Un kilo de asado se prepara en 45 minutos, pero cantidades grandes lleva más tiempo por la cocción de la carne.

Ana María señala que el asado se debe preparar en cazuela de barro porque en otras ollas le cambia el sabor.

Dice que cuando lo prepara “su cocina se convierte en una mezcla de aromas que despiertan el apetito y las ganas de sentarte a comer lo que se está preparando aunque no sepas qué es”.

Es un platillo que se consume en ocasiones muy especiales para las familias como son cumpleaños, bautizos y bodas, porque “el asado es el compartir nuestra prosperidad con todos los parientes y amigos, ese es el significado del asado para nosotras”.

La terapeuta prepara el asado rojo y el verde. El de puerco lo hace de diferentes maneras, a la naranja, con canela y le da un toque especial con las frutas de la región, pero también prepara un asado de pollo y el vegetariano.

Como cocinera de asado, considera que no hay más satisfacción que ver una cazuela limpia porque “siempre quieren más, todo mundo se pone feliz y eso es lo que más me agrada, ver la cazuela limpia y que todos disfruten la alegría con la que se preparó y el amor en cada bocado”.

Sobre esto Rosy Valdés también hacía énfasis en que el objetivo del evento que es la unificación y el encuentro de las familias, pero también dar a conocer que la gastronomía de Arteaga no es únicamente gorditas y en ella destaca este platillo.

Porque  “nacemos con el asado, crecemos con el asado, nos casamos con el asado, nos divorciamos con el asado, enviudamos con el asado y nos morimos con el asado”.