La 75ª edición de los Globos de Oro se celebra este domingo, 7 de enero (madrugada del lunes en España) en el hotel Beverly Hilton, de Los Ángeles. El cómico Seth Meyers será quien releve a Jimmy Fallon como presentador de una ceremonia en la que el filme La forma del agua, de Guillermo del Toro, es el favorito con siete candidaturas que incluyen mejor película y dirección. Este ha sido un año clave para Hollywood por el escándalo en torno al productor Harvey Weinstein, que ha supuesto un dominó de denuncias de acoso sexual que apuntan a grandes de la pequeña y gran pantalla, como Kevin Spacey o Dustin Hoffman. Muchas de las actrices han anunciado que vestirán de negro como protesta, algo insólito en las galas de premios, en las que lo habitual es un desfile de coloridos diseños. De ahí que se trate de una de las ediciones más esperadas de los Globos de Oro, aunque estos premios han acumulado muchos episodios memorables a lo largo de los años. Repasamos algunos:

Las actrices y actores dan la nota. Es posible que todo el mundo recuerde a Sacheen Littlefeather, una joven de origen americano y activista por los derechos de su pueblo, que protagonizó la gala de los Oscar de 1973 al subir al escenario en nombre de Marlon Brando para rechazar el premio a Mejor actor por El Padrino. Lo que no se suele conocer es que, previamente, el actor que interpretó a Vito Corleone ya había rechazado el Globo de Oro ese mismo año en protesta por "el imperialismo y el racismo" de EE UU.

La intérprete que más Globos de Oro ha recibido es Meryl Streep, en nueve ocasiones. Además, ha sido la estrella con más nominaciones, ya que, contando la de este año por Los archivos del Pentágono, suman 32. Jaime Foxx, en cambio, es el artista con más candidaturas en un mismo año. En 2005, el actor estaba nominado a Mejor Actor de Comedia por Ray, Mejor Actor de Drama por Collateral y Mejor Actor en Miniserie o Película de Televisión por Redemption. Al final, solo consiguió alzarse con el título a Mejor Actor de Comedia.

Jodie Foster, Shirley MacLaine y Sigourney Weaver protagonizan otro hito de los Globos de Oro cuando en 1989 ganaron las tres, ex aequo, el premio a Mejor Actriz por Acusados, Madame Sousatzka y Gorilas en la niebla, respectivamente.

Nueve años antes, el actor Ricky Schroder recibía, con solo nueve años, el título a Mejor Nueva Estrella Masculina del Año por Campeón, un galardón que, por cierto, no se ha vuelto a entregar desde 1983. Por otro lado, Jessica Tandy se convirtió en la Mejor Actriz en 1990 por Paseando a Miss Daisy cuando ya tenía 80 años.

Grandes fracasos y grandes éxitos. Nashville, un drama sobre la industria discográfica y la música country de esta ciudad del Estado de Tennessee, es la película con más nominaciones sin recompensa en la historia de los Globos. De las 11 categorías en las que competía en 1976, solo consiguió el de Mejor Canción.

En contraposición, Alguien voló sobre el nido del cuco es la única película en lograr todos los galardones de las categorías en las que estaba nominada: Película, Actor, Actriz, Dirección y Guión, en 1976.

Una gala de luces y sombras. En sus inicios, los premios eran entregados por los propios miembros de la Asociación de la prensa extranjera de Hollywood, que organiza la gala. Pero esto cambió en 1958 cuando el Rat Pack, compuesto por Frank Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr, entre otros, subió al escenario con whisky y cigarrillos y tomó el mando del show. Al año siguiente volvieron a hacerlo, pero esta vez a petición de la asociación. Desde entonces, las estrellas han sido las encargadas de entregar las estatuillas que, por cierto, cada una está chapada en oro de 24 quilates y cuesta 800 dólares (664 euros).

Desde 1952, el Premio Cecil B. DeMille ha sido otorgado en honor de la trayectoria cinematográfica de una figura destacada. La excepción fue en 2008, cuando la huelga de guionistas forzó a la Asociación de la prensa extranjera de Hollywood a cancelar el espectáculo. Los nombres de galardonados en el resto de categorías se hicieron públicos a través de los telediarios.

De 1958 a 1963, la gala solo se retransmitía en Los Ángeles. Cuando se convirtió en un programa a nivel nacional, al año siguiente, Shirley MacLaine recogió su premio a Mejor Actriz por Irma la dulce, pero su discurso se vio interrumpido inesperadamente por una pausa publicitaria.