El ‘año contra la diabetes’ y La Carabina de Ambrosio

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El ‘año contra la diabetes’ y La Carabina de Ambrosio

Ya nadie recuerda que 2015 fue, por decreto, “el año de la lucha contra el cáncer” en la entidad. O que 2014 significó “el año de las y los jóvenes coahuilenses”. Así, siguiendo la tradición del membrete, 2016 será “el año de la lucha contra la diabetes”. 

¿Y eso qué implica?, se preguntará usted.

Muy poco, por no decir nada. El pasado 14 de diciembre se aprobó en el Congreso del Estado un proyecto de decreto que supone tres cosas: la primera, como se dijo, declarar 2016 “el año de la lucha contra la diabetes” en Coahuila; segunda, inscribir por un año dicha leyenda “en todos los documentos oficiales, incluida la correspondencia del Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial, Órganos Autónomos, Organismos Descentralizados y Municipios”; y tercera, encomendar a la Secretaría de Gobierno “un programa de actividades para realzar la declaración decretada”.

Y aquí viene lo interesante: la diputada local (y presidenta del PRI) que propuso a nombre de su Grupo Parlamentario la iniciativa, Verónica Martínez, habla de “realzar” el decreto, no de iniciar campañas para prevenir la diabetes como sería lógico. Ojo con la semántica.

Es decir, a los legisladores les interesa que los oficios de las dependencias públicas destaquen “la lucha”, pero no les importa la salud de los habitantes. Dicho de otra forma: el asunto se queda en la forma, nunca en el fondo; en las palabras, no en los hechos.

¿Considera correcto que temas tan delicados sean tomados a la ligera?, ¿no le parece irresponsable o por lo menos una burla?

La diabetes, cabe señalar, es la segunda causa de muerte en Coahuila. Ocho personas fallecen al día debido al padecimiento según la Secretaría de Salud estatal. Por si fuera poco nuestra entidad ocupa el séptimo lugar nacional en incidencia, y anualmente atender a los 21 mil 404 pacientes registrados con la enfermedad en  los sistemas de Salud cuesta 749 millones 140 mil pesos al Estado. 

Repito: la cifra comprende sólo aquellos que se atienden directamente en las instituciones del Gobierno estatal. Si contáramos a quienes acuden a dispensarios y consultorios particulares, y a los que no se tratan, la cantidad aumenta exponencialmente.

Ante tal escenario, ¿cómo se materializará entonces “la lucha”?, ¿cuál es la estrategia a seguir? 
Ninguna. Lea usted mismo la Exposición de Motivos que acompaña al mencionado decreto: no encontrará una hoja de ruta, ni siquiera buenos propósitos. Y no es la primera vez que sucede. Me explico.

Pasó el “año de las y los jóvenes coahuilenses” (2014) y el Consejo Nacional de Población calcula para Coahuila la mayor tasa de fecundidad adolescente de todo el País, primer lugar que no abandonará en todas sus mediciones hasta 2018.

Transcurrió “el año de la lucha contra el cáncer” (2015) y Coahuila ostenta la tasa más alta de mortalidad por cáncer de mama en mujeres mayores de 20 años por entidad federativa, con 20.92 por cada 100 mil, superando al Distrito Federal y Nuevo León de acuerdo con el INEGI.

Guardaron esas banderas en el cajón y ahora pretenden sacar una nueva. 

Cortita y al pie
A tres días de iniciado el calendario, y aprovechando la época de reflexión, ¿por qué mejor no gobiernan en 2016, en lugar de decretar?

La última y nos vamos
El 1 de enero iniciamos otra vuelta al sol. 2016 puede ser lo que usted quiera que sea, aunque oficialmente será “el año de la lucha contra la diabetes” en Coahuila. 
Cuídese. Considerando los antecedentes, no le vaya a ‘entrar azúcar’ con ese Gobierno alrevesado.

@luiscarlosplata