El ajuste de intereses

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El ajuste de intereses

Ilustración: Vanguardia/Alejandro Medina

Hay animalitos que cambian de color de acuerdo con el medio: se hacen cafés, negros, rojos, amarillos y aun azules, dependiendo de dónde están situados. Curiosamente, el ejemplo conocido es el del camaleón, en medio desértico; otro es el del pulpo, en acuático. El fenómeno de personas que se transforman, sin pena, en su contario es conmovedor, y no porque conmueva sino porque es patético.

¿Cuánto hace que algunos de los más grandes empresarios mexicanos declararon ante la televisión o firmaron desplegados en periódicos pidiendo a sus trabajadores que no votaran por Andrés Manuel López Obrador porque era un peligro para México? Pues ahora lo abrazan, elogian, aplauden. Es evidente que no conocen la vergüenza. Pero si nos vamos a dos meses atrás podríamos saber, analizando sus discursos (de Larrea, X. González y otros) que no querían a AMLO porque estaban muy contentos con los Gobiernos corruptos. A ellos les ha ido de maravilla con los priistas, ¿por qué cambiar?, ¿por qué arriesgarse a que este loco vaya a salir con Domingo Siete? Son camaleones, no hay duda. Hoy todos son morenos, como los camaleones.

Hay algo que incomoda porque no se sabe cómo suceden las cosas. La pregunta es por qué Morena Coahuila escogió a determinados elementos para lanzarlos a competir por su bandera y éstos, apenas tomaron sus puestos, dieron un salto hacia afuera acomodándose a otros partidos, al poder, al dinero. Parece difícil creer en la ingenuidad de la dirigente estatal, quizás se le impusieron, pero escogió mal. La verdad es que ahí están los que fueron camaleones, aunque, hay que decirlo, la mayoría son fieles.

​Todo indica que este proceso se está llevando a cabo, aunque apenas empieza la carreta a avanzar"

Deseo resaltar el trabajo a veces oculto, pero siempre efectivo, de una morenista que ha luchado como nadie para conquistar el voto para Andrés Manuel: Alma Rosa Garza del Toro, quien vive en una paradoja porque estando en morena es güera. Alma Rosa es un ejemplo de honestidad y entrega, de trabajo incansable. Otro que luchó desde bambalinas fue Eleazar Cabello. Cada día escribió un texto que enviaba a los amigos y, sobre todo, a AMLO, a Guadiana, a Yeverino, a los candidatos a diputados, a senadores, a alcaldes (por Morena, evidentemente); textos en que presentaba análisis siempre serios, justos y oportunos, y con esto quiero decir que no se repetía sino que iba profundizando en temas específicos: economía, salud, educación, pobreza, migración… Eleazar llegó a escribir discursos para los candidatos y enviárselos para que tuvieran ideas de problemas específicos o de cuestiones locales que a veces ignoraban. Ambos, Alma y Eleazar, son unos cuantos de los muchos que lucharon por un cambio, cada uno desde sus capacidades y experiencia.

Fuera de lo anterior, puede uno imaginar que los acomodamientos vendrán. Esperábamos que se llevarían tiempo, pero todo indica que López Obrador ya despacha como presidente, sin serlo. Los cargadores que cosechaban calabazas las echaban sin acomodar en las carretas. Crearon un dicho: “caminando, las calabazas se acomodan”. Todo indica que este proceso se está llevando a cabo, aunque apenas empieza la carreta a avanzar. Las calabazas se acomodan por su forma, su peso y el movimiento. Es evidente que se está considerando que se separaron algunas calabazas y que éstas no ingresarán en el flete. Ya lo vemos en algunos de los personajes que están en el gabinete del próximo presidente.

En lo que toca a la transformación de la reforma de la educación, el primer discurso de Esteban Moctezuma Barragán me sonó hueco. No dijo nada, además de confundir todo. Dijo que el Instituto de Evaluación Educativa estará en su mejor época con él como secretario de Educación. ¿Qué quiso decir? No hay diccionario que pueda traducírnoslo. La educación es renglón clave en la transformación del país. Es necesario que el cambio sea profundo y no repita los “cambios” de Aurelio Nuño, que todos fueron cosméticos.

Algo en que difiero con AMLO es su negativa a recibir protección. Su sencillez o valentía son admirables, pero está exponiendo una transformación social histórica. Su ideal pequeño burgués es peligroso. Si lo matan acabará el proceso. Y son capaces.