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El adiós de 2020, ¿bienvenido el 2021?
Yo no olvido el año viejo. 2020 fue un año apocalíptico para el mundo; en México, lo obvio es que el surgimiento del coronavirus en febrero y hasta la fecha la devastación de la economía, el desempleo, los contagios, los decesos y la modificación de la vida cotidiana a causa del confinamiento, el cierre del sistema escolar, la multiplicación sin pausa de las actividades virtuales, el trabajo desde casa, la pandemia nos arrojó al mundo virtual, diluyendo la interacción humana. Este año cierra con el balance de números rojos.
A causa de la pandemia, México termina 2020 con la peor crisis económica que haya padecido en 100 años, exponen algunos analistas, y el número de pobres podría elevarse hasta 10 millones, así que el panorama no es nada halagüeño.
Aunque hay que tomar en cuenta que este año, la lucha en contra de la corrupción por parte del gobierno federal ha sido una prioridad, reduciendo al mínimo el robo de combustibles, disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal, eliminando malas prácticas que en el pasado había en la hacienda pública e impulsando la austeridad republicana.
En este 2020, con la elección en los Estados Unidos llega a su fin la era Trump, el presidente que nos humilló acusando a los migrantes mexicanos de ser criminales y violadores, nos degradó durante 4 años, pretendió construir un muro que separara nuestra frontera de su país y según él los mexicanos lo pagaríamos; su mayor vileza fue separar a los niños de sus padres migrantes y encarcelarlos en jaulas de alambre en condiciones sanitarias insalubres; fue un presidente feroz, que quizá sea juzgado por probables irregularidades en los pagos de impuestos y fraudes fiscales de sus lucrativas empresas (New York Times), la decadencia del imperio gringo está en curso y en ese escenario la migración desesperada se incrementará buscando un lugar para sobrevivir.
La capacidad de prever el mañana se escapa de las manos y es difícil saber cómo será el 2021, qué nos espera, lo que predomina es la incertidumbre, y lo cierto es que tenemos encima el ecocidio y el cambio climático y no se vislumbra mayor preocupación para enfrentarlos. Sí, de lo que la humanidad “moderna” es autora es de la destrucción del reino animal y vegetal, de suelos y agua, una devastación aterradora e irresponsable de corporaciones y gobiernos que sostienen patrones de consumo y modus vivendi incompatibles con la vida humana, conductas suicidas y criminales que se enfrentan a los que resisten los horrores que nos acosan y reparan los daños que se hicieron en todas las dimensiones de la realidad.
Lo que es seguro es que los grandes ganadores serán las élites de siempre, la industria farmacéutica que hará un gran negocio vendiendo vacunas y los que le invirtieron para lograrlas serán los triunfadores, es la lógica del sistema.
El gobierno federal de este país puso en marcha el sistema universal de salud para asegurar la atención de todos los que lo requieran; las vacunas que ya se aplican abrieron una gran puerta a la esperanza, las predicciones son que el 2021 continuará como ahora con la pandemia encima, porque será lenta la aplicación de la vacuna a toda la población del plan que terminará hasta 2022.
Sin embargo, también es tiempo de celebración y necesitamos crear y aumentar la conciencia de reinventarnos creativamente lo cual se ha vuelto condición de supervivencia general, es nuestra obligación pensarlo y hacerlo para sí generar la fuerza colectiva con el ánimo y las capacidades suficientes ante los desafíos que nos esperan.
¡Feliz Año Nuevo!