El 68 en libros

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El 68 en libros

Medio siglo después, la literatura acerca del año olímpico se despliega contradictoria: el testimonio, la novela, la poesía, el libelo, la neutralidad acomodaticia, la mexicanidad new age o la especulación vengativa

En el imaginario lector La noche de Tlatelolco se erige como el libro proverbial para entender los sucesos de aquel año. Su textura coral, fresca, empapada de testimonios, pareciera insuperable. No es casual que le valiera a su autora el Premio Xavier Villaurrutia del año 1971. Es famosa su respuesta y su rechazo al galardón: “¿Y quién va a premiar a los muchachos muertos?” Sin embargo, todo su fulgor se disipa al encararlo a Los días y los años, de Luis González de Alba, miembro del CNH, quien desde la cárcel escribió y con la ayuda de Poniatowska pudo ir sacando partes del manuscrito, con promesa de publicación. Sin embargo, amplios fragmentos de su libro fueron “apropiados” y tergiversados para el primero… ¿Abuso o malentendido? No lo sabemos: la amistad entre la autora y el líder terminó en agria disputa, incluso en un posterior pleito legal. Trivia: Los días y los años iba a llamarse Those were the days, glosa a la canción de la bella Mary Hopkin y hit de aquel año.

Palinuro de México 

A diferencia de desesperanza en la crónica de Poniatowska, la novela de Fernando del Paso es un festín. Sin embargo, la densidad de su prosa y su amplia extensión han jugado en su contra. Palinuro es sexo, juego, sicodelia, desmesura. El drama de su protagonista no culmina el 2 de octubre, sino la madrugada del 28 de agosto, arrollado por un tanque durante el desalojo del Zócalo. El monólogo “Palinuro en la escalera” fue llevado al teatro con gran éxito. Es inolvidable la sentencia del estrambótico estudiante de medicina poco antes de expirar: “¡Nos cubrimos de gloria, hermano ! ¡Y ellos se cubrieron de mierda para siempre!”

alejandroperezcervantes@hotmail.com