El 46.7 por ciento de los catalanes quiere que Cataluña sea un Estado independiente, frente al 4.8 por ciento que lo rechaza, según un sondeo publicado hoy por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) del Gobierno de la región española.

La distancia entre ambos colectivos es solo de un punto, reduciéndose desde la anterior encuesta, realizada en junio. Entonces, los secesionistas representaban el 42.9 por ciento, frente al 50 por ciento de los contrarios a la separación entre Cataluña y España.

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Los datos se conocen dos días después de que el Tribunal Constitucional suspendiera, a raíz de la impugnación del Gobierno de Mariano Rajoy, la resolución separatista aprobada el lunes por el Parlamento de Cataluña para tratar de iniciar formalmente el proceso hacia la secesión de la región, de 7.5 millones de habitantes.

La iniciativa fue pactada por los partidos secesionistas representados en la Cámara regional, Junts pel Sí y la CUP, tras las elecciones celebradas el 27 de septiembre en Cataluña, convertidas en un plebiscito independentista.

Si se convocaran mañana comicios, el 32 por ciento de los catalanes votaría a Junts pel Sí, la coalición separatista impulsada por el ahora jefe del Ejecutivo catalán en funciones, Artur Mas. El 13.6 por ciento apoyaría a la CUP, partido anticapitalista que tiene la llave para permitir su investidura, ahora bloqueada.

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En el bloque no secesionista, el 12.4 por ciento votaría al emergente Ciudadanos; el 9.8, al Partido Socialista; el 9.1 por ciento, a Catalunya Sí que es Pot (Podemos), y el 2.8, al Partido Popular (PP) de Rajoy.

El principal problema para los catalanes sigue siendo el desempleo (55,9%), seguido de la insatisfacción por la política (37.2%) y la economía (34.6%). La tensión entre Cataluña y el resto de España pasa a ser el cuarto problema en la lista, destacado por un 30.2 por ciento.

Más del 60 por ciento de los encuestados considera que es "poco" o "nada" probable que el Gobierno español, opuesto a los planes secesionistas, ofrezca un acuerdo que sea aceptado por la mayoría del Parlamento de Cataluña para poner fin a la actual situación.