‘Educando a nuestros niños’
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‘Educando a nuestros niños’
ESTIMADA ANA:
Tengo 55 años y me casé hace más de 30 años con un hombre muy trabajador. Desde que nos casamos pusimos un negocio de comidas. Siempre hemos sido de mucho trabajo y esfuerzo y así acostumbramos a nuestros hijos.
Desde que estaban chiquitos los levantábamos temprano y que dejaron sus recámaras limpias y ordenadas, su ropa en la lavandería y bajaban a ayudarme a preparar su desayuno y se pudieran ir los tres juntos caminando a la escuela, que también estaba en el centro.
Ahora ellos ya están casados y tienen sus propios hijos. Es difícil de creer que todo aquello que nosotros les inculcamos parece que se les olvidó, pues sus niños, que son mis nietos y que adoro con todo mi corazón, no tienen hábitos, son desordenados y no colaboran en la casa.
Una de mis nueras tiene una señora que le hace el quehacer todos los días, es de “quedada”, como le dicen. Y qué bueno que tengan esas oportunidades, a mi hijo le va muy bien económicamente y si pueden pagar por un servicio de ese tipo, excelente.
Pero a lo que yo voy, es que independientemente de nuestra situación económica, todos debemos de al menos saber cómo se hacen las cosas, los niños deben de aprender a tender su cama, a lavar su plato, a barrer y trapear su recámara y a lavar y planchar su propia ropa.
Y todo esto depende solamente de nosotros, los papás. Si nosotros no dejamos que se muevan, que dejes su ropa tirada y su cama desordenada; si permitimos que ni siquiera sean capaces de levantar su plato de la mesa y lavarlo, después no nos quejemos que a los 30 siguen haciéndolo.
Todo es cuestión de hábitos y si no los aprenden desde pequeños, de adultos será imposible lograrlo. Pienso que es importante que a los niños de ahora se les inculque además que los privilegios de los que gozan, deben de ganarse con su propio esfuerzo.
Pero no, veo con mis nietos que solo les basta para pedir algo para tenerlo, así sea un dulce, o una computadora. Es tan sencillo para ellos tener de todo sin el menor esfuerzo, que no dudo que cuando sean adultos crean que todo se conseguirá así de fácil, sin poner el menor esfuerzo, que no se interesen en lo más mínimo por el estudio y menos por trabajar, pues al fin y al cabo con su papá lo tienen todos.
Espero equivocarme, confío en que mis hijos sabrán hacer bien su papel y a tiempo corregirán los errores que puedan estar cometiendo al educar de esa manera a sus hijos.
Y claro, no es que sea malo, pero en base a mi experiencia, encausar e involucrar a los niños desde pequeños en el trabajo diario de la casa, en los hábitos de estudio y en que sepan que las cosas se obtienen en base al esfuerzo, es lo que mejores resultados da, es lo que los lleva a convertirse en personas exitosas, personas de bien.
Sra. Nely
ESTIMADA NELY:
Qué buen punto nos acaba de exponer, Nora. Ojalá muchos matrimonios jóvenes con niños pequeños y hasta adolescentes leyeran su experiencia y comprobaran que dar todo a los niños sin el menor esfuerzo, no es bueno.
Ellos deben de saber que las cosas cuestan, que sus papás lograron su patrimonio a base de trabajo, de hábitos y muchos sacrificios y que lo mínimo que ellos deben de hacer es esforzarse para tener lo que ellos quieran, que la vida no siempre será como ellos quisieran y que hay que estar preparados.
Gracias por escribirnos, le envío un cordial saludo.
ANA