Ecos de la ciudad
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Ecos de la ciudad
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) junto con Banamex y Banobras publicó este mes el Índice de Ciudades Competitivas y Sustentables (ICCS).
Aquí presento los datos duros de ese estudio y mi opinión al respecto. Lo bueno: de 78 ciudades del país, Saltillo ocupa el segundo lugar en el índice de competitividad y el primero en ciudades de 500 mil a un millón de habitantes.
La ciudad es atractiva para vivir y para establecer empresas. De acuerdo con el reporte “Competitivamente es la mejor ciudad en el ámbito de gobierno y también es su mayor fortaleza, ya que presentó una alta calificación en el indicador de información presupuestal del IMCO y 66 por ciento de la población ocupada se encuentran el sector formal.
En el ámbito ambiental destaca por ser la cuarta ciudad con menor ritmo de crecimiento urbano, entre 2000 y 2010 apenas 0.54 por ciento. Sólo 2 por ciento de su población se encuentre en situación de rezago social medio y alto.
Es la tercera ciudad con mayor área verde por habitante (4.3 m²/habitantes,) aunque aún lejos del óptimo y la de mayor población con acceso a espacio verde (84 por ciento).
Cuenta con el 1.5 por ciento de espacios verdes en proporción con su extensión territorial, cifra por arriba de la media nacional, pero sin alcanzar el mínimo recomendado del 10 por ciento.
En energía, tiene la mayor eficiencia en los consumos de sus sistemas públicos municipales con sólo 29 kW por habitante al año.
Su nivel de intensidad eléctrica (productividad) es el mejor de las ciudades de su categoría. En cuanto a la gestión del agua, destaca su alto nivel de eficiencia física del 70 por ciento y un 60 por ciento del volumen de aguas tratadas.
A pesar de no tener disponibilidad de aguas y estar en una región con alto estrés hídrico, muestra una ligera sobreexplotación de sus acuíferos y una adecuada dotación media per cápita para su clima.
Lo malo: Según el documento, “su principal debilidad está en el subíndice de sociedad, con el lugar 37 debido a que sólo hay 3.1 médicos por cada 10 mil habitantes y a que sólo 19 por ciento de las escuelas se consideran de calidad, de acuerdo con la metodología de Mejora tu escuela”.
Desde mi punto de vista, tenemos un problema ambiental. Lo percibo cuando por la mañana veo una capa de contaminación que cubre a la ciudad.
En pleno 2015, y a pesar de que hoy existe una mayor conciencia ecológica, aun veo vehículos humeando por las calles, los pocos médicos que hay, se dan cuenta de que hay más enfermedades respiratorias.
Los datos duros confirman mi percepción: “En Saltillo el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) – que en gran medida causan calentamiento global- es alto y no produce energías renovables de manera local…
Solo la mitad de los rellenos sanitarios saltillenses dispone de la infraestructura para evitar emisiones GEI. La generación anual de residuos es alta: 369 kg per cápita.
En el estudio encuentro un gran foco rojo, del cual desconocemos su gravedad porque ni siquiera lo medimos, ni tenemos con que medirlo: “En calidad de aire, aun cuando en Coahuila existe el marco legal suficiente y líneas de acción en materia de contaminación del aire en su programa estatal de medio ambiente 2011- 2017, no cuenta con un sistema de monitoreo de calidad del aire.
Saltillo tiene 16 vehículos por cada 100 habitantes, cifra menor a la media que es de 19. El consumo de gasolina no es proporcional al volumen de vehículos en circulación, lo que sugiere un área de oportunidad en la eficiencia de la flota vehicular. La capacidad vial es insuficiente y los problemas de saturación son permanentes.
Por otro lado, el gasto de la población con menores recursos en transporte público está muy por encima del porcentaje recomendado sobre el ingreso.
Existen indicadores poco conocidos sobre grupos desprotegidos: El número de indigentes aumenta 7 por ciento cada año en México. Ojalá se haga realidad la idea de hacer refugios temporales para ellos.