CDMX.- De ser un pequeño empresario con una veintena de trabajadores y ganancias de hasta 60 mil pesos mensuales en el sexenio pasado, ahora Luis, de 43 años, es vigilante en una empresa de seguridad con un sueldo de cinco mil pesos. Su negocio en la industria de la construcción venía a la deriva y con la pandemia el sector se derrumbó.

Una de las expectativas de Luis era a construir una casa a sus hijastras. De haberse mantenido el ritmo de crecimiento en la industria de la construcción, como a mediados del sexenio pasado, la casa la habría construido en un año.

Esto habría ocurrido si la economía mexicana creciera al 4.0%, como lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador; en ese escenario, la economía punta a punta (2018 a 2024) habría crecido en términos reales 26.5% y no la contracción de 0.2% anual que ahora se espera en ese periodo.

Esa es la explicación de lo que está ocurriendo a los pequeños y medianos empresarios, a los ciudadanos en el país.

Se está dando un retroceso de la economía mexicana, a niveles de 2014, y al final del sexenio quedará incluso marginalmente por debajo del tamaño de la economía que se heredó de Enrique Peña Nieto.

Los pronósticos más recientes muestran que el Producto Interno Bruto (PIB) se desplomará 8.2%, según el consenso de 38 economistas privados de México y del extranjero, consultados por el BBanxico.

A diferencia de las estimaciones del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien desafía todos los pronósticos al señalar que “probablemente lo que nosotros vamos a ver es una recuperación rápida, pero asimétrica”, según expuso a principios del mes, los expertos privados observan que después del crack económico de 2020 habrá crecimientos sostenidos, pero no repunte vertical.

A partir de 2021, consideran, habrá una alza de 2.51% en el PIB, otra de 2.21% para 2022 y un crecimiento de 2.00% para los próximos años.

En ese escenario, el PIB de 2024 quedaría en 73 mil 944 mdp (técnicamente llamados pesos constantes de 2013), eso sería 142 millones o 0.2% por debajo del tamaño que dejó el presidente anterior.

“El sexenio terminaría sin haber recuperado el nivel de producción y bienestar con el que inició” del sexenio pasado, advirtió hace unas semanas el economista en Jefe de Scotiabank, Mario Correa Martínez.

Y añadió en su canal de YouTube “Economía en Breve”: “Mientras más tiempo se tarde el presidente en comprender estos temas (económicos) y más tiempo se lleve en dar un viraje de 180 grados a su política económica mayor será el deterioro en las perspectivas de crecimiento y el bienestar de la población”.

El propio BM pronosticó que la economía mexicana se desplomará 7.5% en 2020. Esa contracción del PIB, será el decimosexto peor resultado en los 136 países que analizó el organismo multilateral. Considerando sólo AL, tendrá la quinta mayor contracción. De hecho, del total, 104 países tendrán decrecimientos en su PIB y 32 tendrán crecimiento, entre ellos China (1.0%) y Egipto (3.0%).

Con esa perspectiva, en México, además de sepultar las promesas de Obrador de que la economía crecería en promedio 4.0% anual en su sexenio, también enterró las ilusiones de una parte de los 128.1 millones de mexicanos que habrá al final de año. (Con información de Agencias)