Dulce y vino…
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Dulce y vino…
Por salud mental haré un receso en mi análisis de las finanzas públicas estatales y dedicaré mi comentario semanal a regocijarme en una historia de éxito: Los renovados bríos de la vitivinicultura en estas agrestes y hermosas tierras, las cuales vieron nacer estas nobles labores en el continente americano hace más de cuatro centurias. En menos de una década, el número de productores de vino pasó de seis a 20, se alcanzaron las 500 hectáreas de viñedos, las etiquetas de vino llegaron a 42 y la producción de botellas superó los tres millones en una industria que proporciona trabajo a poco más de dos mil personas que producen vinos de gran calidad. ¿Cómo se operó esta transformación?
Mucho se debe al liderazgo de Brandon Milmo, codirector de Casa Madero y presidente de Vinos de Coahuila A. C. Empuñando la estafeta cedida por don José Milmo, este empresario ha desarrollado una intensa actividad de reorganización de la industria, basada en el principio de que la competencia y la cooperación son las fuerzas que impulsan las innovaciones que permiten competir con éxito en la economía contemporánea.
Con una tradición de 419 años en la industria, Casa Madero tiene 450 empleados, 300 en la ciudad de Parras, cultiva 300 hectáreas de vid (60 por ciento de la superficie total en el Estado), sus bodegas tienen capacidad para procesar tres mil 500 toneladas de uva cada año, produce 18 marcas y sus vinos han obtenido 555 medallas (95 de oro, 247 de plata y 213 de bronce); lo que ubica a la compañía entre las 100 bodegas más premiadas del mundo y la número uno en México.
Siendo indiscutiblemente la empresa líder, Casa Madero ha sabido reconocer la importancia de estimular la llegada de nuevos jugadores a la industria, para recibir los dividendos de las economías de escala y compartir costos, beneficios y capacidades de las actividades empresariales: la formación de recursos humanos, el acceso a mercados, la fortaleza de interlocución con las autoridades gubernamentales, los esfuerzos de investigación aplicada, etc.
Como lo ilustra el caso de los viñedos de San Juan de la Vaquería (ver la hemeroteca digital de VANGUARDIA, en especial los reportajes del suplemento especial publicado por el diario en ocasión de la celebración de la segunda edición de la Winefest), Casa Madero ha sabido impulsar con éxito la vitivinicultura en el Estado.
Para fortalecer la organización de la industria, auspiciaron la formación de la asociación Vinos de Coahuila A. C., planteándose como objetivo el crecimiento de la producción de vinos de gran calidad. Para materializarlo han desarrollado varias estrategias.
Emplear sólo uva de Coahuila en la manufactura de su vino, de manera que los beneficios de las inversiones se aprovechen en el Estado. Tanto en el cultivo de la uva, como en su procesamiento, se han establecido altos estándares de calidad.
Promovieron, con el apoyo de la Universidad Tecnológica de Parras, la creación de la carrera de Técnico Superior en Vitivinicultura, en la que los alumnos aprenden viticultura (las técnicas de producción agrícola de las uvas) y enología (la ciencia, técnica y arte de la producción de vinos).
Están auspiciando el desarrollo de investigaciones que buscan la manera de optimizar el uso del agua en las plantaciones y mejorar el control de plagas de la vid, particularmente la enfermedad de Pierce, una bacteria que afecta los cultivos.
Además de cultivar la tierra y producir vinos, se han propuesto cultivar personas desarrollando su gusto por el consumo de vinos coahuilenses de gran calidad.
Como parte de esta estrategia, han realizado sinergias provechosas con empresarios restauranteros y productores de dulce en actividades como el Winefest, que este año celebró su segunda edición.
Con el apoyo del gobierno de Coahuila, el 23 de noviembre del 2015, presentaron la marca “Vinos de Coahuila”, para posicionar el producto con un solo sello a nivel mundial. De igual forma, se realizó una edición especial de la revista México Desconocido: “Vinos y viñedos de Coahuila” (http://coahuila.mexicodesconocido.com.mx/vinos-de-coahuila.html).
Y en los años por venir están proyectando incrementar la producción de botellas de vino coahuilense de tres a cinco millones y ampliar su penetración en los mercados de Europa y Sudamérica.
Por su parte, Casa Madero tiene planes para aumentar de 300 a 400 hectáreas su superficie de viñedos e incrementar su producción anual de uva en un 30 por ciento. En las nuevas áreas de cultivo se cosecharán uvas de variedades Cabernet Sauvignon, Merlot, Tempranillo y Chardonnay. De igual forma, pretenden expandir la capacidad de procesamiento de uva en sus bodegas pasando de las tres mil 500 toneladas actuales a cinco mil.
Para nuestra ventura, la industria del vino en Coahuila goza de cabal salud. Lo celebro descorchando una botella de San Juan de la Vaquería: ¡Salud y pesetas!