Desde que era Gobernador electo de Veracruz, Javier Duarte  se rodeó de un grupo de cómplices, con quienes creó empresas fantasma con las que empezó a hacer negocios desde el segundo mes de su mandato, señaló el periodista Raymundo Riva Palacio.
 
En un artículo titulado “Duarte, el insaciable (I)”, que se difunde este miércoles en la columna “Estrictamente personal” que se publica en VANGUARDIA, el periodista plantea: “Cómo fue construyendo Javier Duarte su riqueza es como observar un rompecabezas de locura y disparates (…) ¿De dónde salía el dinero? Las indagatorias de la PGR son precisas: del erario veracruzano”.
 
Riva Palacio indica que para entender “la forma osada y descarada” como presuntamente Duarte amasó en la primera mitad de su gobierno en Veracruz es necesario identificar a Moisés Mansur Cisneyros, con quien vivió cuando ambos estudiaban en la Universidad Iberoamericana.
 
“Mansur Cisneyros le presentó a Juan José Janeiro Rodríguez y Rafael Gerardo Rosas Bocardo –que aparecen como los propietarios del hoy famoso rancho ‘Las Mesas’ en Valle de Bravo– para que movieran el dinero, y a Alfonso Ortega López, para que ejecutara las transacciones a través de diversas empresas que constituyó y hoy se sabe, eran fantasmas”.
 
Ortega López, un abogado corporativo amigo de Mansur Cisneyros y que conoció a Duarte en 1996, fue interrogado por agentes de la PGR el 12 de octubre pasado, y aseguró que volvió a hablar con Duarte hasta el 2009, poco antes de ser candidato al Gobierno de Veracruz.
 
En 2010, como gobernador electo, Duarte invitó a Ortega a colaborar con él en inversiones y negocios, porque él estaría dedicado al gobierno.
 

Así, el 3 de febrero 2011, a dos meses de haber tomar posesión de la Gubernatura, Duarte constituyó la Inmobiliaria Roor, donde él y su esposa Karime Macías colocaron testaferros como propietarios, y adquirieron dos inmuebles en Lomas de Chapultepec, donde “pretendía construir su casa de retiro”, por la que pagó 47 millones de pesos.
 
Después Ortega constituyó en Estados Unidos, la empresa Siamese Twin, Inc., para comprar tres condominios en el elegante hotel St. Regis, en la Quinta Avenida en Nueva York, por los que se pagaron un millón 200 mil dólares.
 
“No había terminado el primer semestre de su primer año de gobierno cuando Duarte le pidió a Ortega López que constituyera otra sociedad porque se le había presentado la oportunidad, le dijo, de acuerdo con la indagatoria de la PGR, para la compra de parcelas en el ejido Lerma, en Campeche”, narra el periodista en su artículo.
 
Los cómplices del Mandatario veracruzano compraron 500 hectáreas en 25 millones de pesos, y para desincorporar el ejido, Ortega López se convirtió en ejidatario en una asamblea de la comunidad.
 
En agosto de 2013, el abogado vendió la propiedad a un precio valuado por un corredor de bienes raíces y un escriturado por un notario de la ciudad de México, en 240 millones de pesos.
 
Después buscaron más parcelas ejidales para comprar en el País. Una, localizada en Campenche, fue vendida posteriormente a la empresa Cartujano Inmobiliaria, donde aparecen como socios Mansur y José Antonio Bandín Ruiz, a quien conoció desde sus tiempos de universitario.
 
“Ortega López pasó a ser apoderado de Cartujano cuando Bandín, extorsionado por personas que aún se desconocen, se fue a vivir a Houston en 2013. Todas estas operaciones fueron durante los primeros nueve meses del gobierno de Duarte”, destaca Riva Palacio.
 
Después vendría el monumental desfalco en Veracruz, sentenció el articulista.