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Drogas, arte y corridos
La narcocultura es un tema que se ha vuelto objeto de investigaciones, indagaciones e inspiración artística. Desde escritores, hasta pintores y músicos se han valido de la vida ilegal para llenar páginas y crear. Pero, ¿a los narcotraficantes les gusta el arte?
El libro ‘Cerocerocero’ del escritor y periodista italiano Roberto Saviano, fue encontrado en la guarida del Chapo durante su última captura.
La incógnita surge al pensar qué es lo que el narcotraficante más grande de América buscaba en este libro que entre otras cosas, aborda temas como el negocio y tránsito de la cocaína en el mundo y el acuerdo entre 80 líderes del narco en México y Colombia.
Tras enterarse, Saviano se sintió de nuevo en problemas, ya que tras la publicación en 2006 de su libro ‘Gomorra’, la mafia napolitana le puso precio a su cabeza debido a la mala impresión que ofrece de esta, logrando además de fama y la venta de más de 2 millones de copias, la lejanía de su novia, su familia y sus amigos.
Sin embargo, él asegura que lo que los narcos buscan es saber lo que se escribe sobre ellos y piensa que la legalización de la cocaína, la marihuana y las anfetaminas aunque sería muy difícil “disolvería a los cárteles como nieve en sol”.
Ha asegurado además que el narcotráfico en México tiene todas la características para ser rebautizado como mafia, ya que son estructura con una organización de reglas, capitalismo armado y la reafirmación del negocio a través de la violencia.
El escritor asegura además que se ha encontrado a mafiosos como Pasquale Condello leyendo ‘Cien años de soledad’ de Gabriel García Márquez, y Sandokán con una pila de ensayos sobre Napoleón.
Incluso se dice que durante la primera captura de el Chapo, se encontró una pintura al óleo de gran formato donde se mostraba un toro atravesado y que, a pesar de estar herido.
Conoce algunas historias en las que el narco y el arte han estado relacionados.
Excéntrico magnate
> Pablo Escobar era reconocido por la generosas tertulias que ofrecía durante su famosas fiestas temáticas de cumpleaños y año nuevo. Se dice que durante estas fiestas, Escobar rifaba entre sus invitados valiosas obras de distinto artistas internacionales.
Se dice además que llegó a utilizar obras de Salvador Dalí y Pablo Picasso para lavar dinero. Además, cuando se inspeccionó su casa se encontraron pinturas de Fernando Botero, quien señaló gran consternación al saber dónde habían terminado sus trabajos. Tal fue su impresión que seis años más tarde, creó a su estilo la pintura ‘La Muerte de Pablo Escobar’.
Fidel Castaño: ‘especialista en arte’
> Castaño era visto entre sus familiares y amigos como una persona refinada, sabedor de arte y promotor cuyo mecenazgo ayudó a salir del anonimato a diversos artistas.
Tras haber sido introducido al narcotráfico por Pablo Escobar, Castaño viajó a París donde hizo vínculos con distintas galerías de París y Nueva York, encontrando un nuevo rumbo que le permitiría ocultar su perfil de narcotraficante y ‘nuevo rico’ bajo el título de experto en obras de arte.
El comprador de arte
> En octubre del 2014, Héctor Beltrán Leyva líder del cártel de los hermanos, fue capturado mientras comía en un restaurante en San Miguel de Allende, lugar reconocido por su abundante actividad artística y flujo turístico.
Fue capaz de mantener una vida independiente no sólo gracias a su bajo perfil como traficante de cocaína en América central y del sur, sino a su falsa identidad como vendedor de bienes raíces y analista comprador de arte.
Su coartada funcionó durante tanto tiempo gracias a que la compra y venta de arte en aquella ciudad es tan grande que bien podía justificar un estilo de vida así de alto bajo el alias de Alonso Rivera Muñoz.
Narquitectura
> Amado Carrillo Fuentes fue durante la década de los 90 el narcotraficante más prolífico en latinoamérica y Estados Unidos.
Según cuentan, poseedor de una gran vanidad y fortuna, se mandó a diseñar y construir una mansión de gran tamaño a la que llamó el ‘Palacio de las Mil y una noches’, al estilo de los cuentos tradicionales de medio oriente de los que era fanático.
Se estima que el valor de la mansión ronda los 5 millones de dólares, y hoy se encuentra abandonada y cubierta de graffiti.
Aunque se han hecho procesos para poder demoler la propiedad desde la muerte de Carrillo en 1997, esta aún está casi intacta en la ciudad de Hermosillo.
Narcos lectores
Con Información de Aristegui Noticias