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Drogadicción no es por placer, sino por enfermedad cerebral: Investigadora
CDMX.- A pesar de que la adicción a las drogas está muy estigmatizada en la sociedad, pues se cree que las personas que las consumen lo hacen por placer, la directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), Nora Volkow, aseguró que la adicción es una enfermedad del cerebro.
La investigadora, quien es pionera en el uso de la imagen cerebral a través de tomografía de positrones para investigar el efecto tóxico y propiedades adictivas del abuso de las drogas, dijo que se cree que las personas adictas tienen problemas con la moral y su fuerza de voluntad.
“Una persona que se inicia en el consumo de una droga lo hace porque ésta es reforzadora, las drogas tienen la capacidad de activar los sistemas reforzadores en el cerebro. La mayoría de las drogas de abuso produce sensaciones intensas de placer”, detalló.
En un comunicado de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la especialista explicó que todas las drogas producen adicción porque aumentan la dopamina y activan el núcleo accumbens, al que se le atribuye una función importante en el placer.
Entre las funciones del núcleo de accumbens está la risa y la recompensa, así como el miedo, la agresión, la adicción y el efecto placebo.
La investigadora mencionó que con el tiempo, el continuo consumo de las drogas provoca que las actividades placenteras se vuelvan menos satisfactorias.
“Una persona adicta a las drogas las consume no por tener placer, sino para tratar de no sentirse tan mal y llegar a sentirse ‘normal'”, expuso.
Indicó que se demostró que los cocainómanos tienen una respuesta muy atenuada a reforzadores como la comida, el sexo y el dinero; además, tienen una disminución total de la sensibilidad del sistema límbico.
La investigadora expuso que el cerebro necesita de estos reforzadores, porque son los que motivan a hacer cosas, así se percibe, por ejemplo, la sed, que motiva a buscar agua.
Volkow definió que una persona adicta que tiene dicho sistema atenuado aprendió que ni sus amigos, el trabajo o el dinero le motivan; sin embargo, sabe que las drogas, aun cuando están muy atenuadas, pueden activar ese sistema, la cual es una de las razones de la recaída en éstas.
“Las drogas manipulan muchas más cosas del sistema reforzador, también afecta la corteza frontal que nos permite hacer juicios, tener los procesos ejecutivos del cerebro, como analizar una situación para tomar decisiones sobre lo que vamos a hacer”, describió.
La científica mexicana sostuvo que todas las drogas de abuso de manera directa o indirecta atacan el sistema de gratificación del cerebro inundando el circuito con dopamina, un neurotransmisor que regula el movimiento, las emociones, la cognición, la motivación y los sentimientos de placer.
“La sobreestimulación de este sistema, que recompensa los comportamientos naturales, produce los efectos de euforia que buscan las personas que abusan de las drogas y les enseña a repetir este comportamiento”, especificó.
La especialista en psiquiatría precisó que el cerebro está diseñado para asegurar que repitamos las actividades que sostienen la vida al asociar estas actividades con el placer o una recompensa o gratificación.
“Cada vez que este circuito de gratificación se activa, el cerebro nota que algo importante está pasando, que debe recordar y nos enseña que debemos repetirlo una y otra vez, sin pensarlo”, subrayó.
Por tanto, Volkow aclaró que debido a que las drogas de abuso estimulan el mismo circuito se aprende a abusar de dichas sustancias de la misma manera.
A pesar de estos avances, refirió, todavía hay mucha gente que no comprende por qué algunas personas se vuelven adictas a las drogas, ni cómo las drogas cambian al cerebro para fomentar el abuso compulsivo de drogas.
La directora del NIDA resaltó que gracias a los avances científicos se puede decir que la adicción es una enfermedad tratable, porque las drogas cambian al cerebro y modifican su estructura, así como su funcionamiento.