El sábado 26 de agosto de 2017 muchos televidentes se desvelaron para ver la lucha de máscara contra máscara de Dr. Wagner Jr. contra Psycho Clown. Este era el platillo principal de la Triplemanía XXV. Considerado como uno de los mejores luchadores de los últimos tiempos sorprendió a muchos que el Galeno del Mal perdiera la incógnita.

El originario de Torreón dijo llamarse Juan Manuel González Barrón, con 52 años de edad y 32 de carrera profesional. Apenas cayó su máscara y las redes sociales, particularmente el twitter, se llenaron de comentarios de enojo donde acusaban a Wagner de haberse vendido.

Mientras el enojo crecía y Wagner se reinventaba a los pocos meses, los ayer rivales subieron al ring como pareja. El hecho aumentó la molestia de los seguidores del lagunero y abonó al descrédito de la lucha libre, donde por décadas se ha dicho que los combates de apuestas están arreglados.

Finalmente el deporte de los costalazos es un entretenimiento y no pasa nada grave con la falta de credibilidad, donde los técnicos se unen a los rudos y la rivalidad es cosa del pasado. Sirva esta historia como ejemplo de lo que sucede en la política nacional y particularmente en la de Coahuila.

El año pasado con motivo de la elección de Coahuila vimos cómo Armando Guadiana, entonces candidato de Morena a la gubernatura, criticó con todo al candidato panista, Guillermo Anaya. Varias veces lo llamó “Memoches”, incluso en sus giras por el estado Andrés Manuel López Obrador no dudó en irse con todo contra el compadre de Felipe Calderón.

Incluso en el segundo debate celebrado en Torreón, Armando Guadiana, cuestionó a Guillermo Anaya el por qué no había aceptado el reto de dar a conocer sus declaraciones fiscales de los últimos 10 años.

Tras esa “lucha” llegó la elección con el resultado que todos conocemos. Fue entonces que igual que Wagner y Psycho Clown, los perdedores se unieron y formaron un movimiento que llamaron Coahuila Digno. Ahora Guadiana y Anaya posaban juntos para la foto, a su lado también estaban José Ángel Pérez, Javier Guerrero y Luis Horacio Salinas.

Fueron muchas las voces que cuestionaron esa alianza en el sentido del porqué no se dio antes y así lograr por primera vez la alternancia en Coahuila. Sin embargo la unión se dio sólo en el conflicto postelectoral.

Ahora en esta tercera caída que se llevará a cabo en julio, nuevamente Armando Guadiana compite contra Guillermo Anaya ambos buscan ser senadores. Las alianzas y rompimientos en la clase política abonan a la falta de credibilidad al mismo tiempo que evidencia que las ideologías son cosa del pasado.

Ahora las cosas lucen distintas y sin duda el efecto Andrés Manuel López Obrador beneficia al empresario nuevamente candidato. Tan sólo en su primera contienda electoral Armando Guadiana logró 151 mil 657 sufragios, equivalente a 11.9 por ciento de la votación muy encima del PRD que obtuvo apenas 21 mil 111 sufragios, equivalente a 1.67 por ciento. Es decir en su primera participación Morena rebasó por mucho los votos del PRD que en teoría por su historia debería ser la principal fuerza de izquierda en el estado.
En la elección presidencial del 2006 el PRD obtuvo el 6 por ciento de la votación, sin embargo seis años después la cifra aumentó 12 por ciento, en ambos casos con la fotografía de AMLO en la boleta, hoy no es así, su rostro aparece bajo los colores de Morena de ahí que sea predecible que los candidatos de este partido saquen muy buenos números.

Si en el 2000 hablamos del efecto Fox que hizo ganar a muchos por las siglas del PAN, hoy el efecto Morena no puede minimizarse, por lo que darán la pelea en varias alcaldías.
Como en la lucha libre la credibilidad de sus protagonistas cada vez es menor, pero esa misma ha despertado el fenómeno llamado Morena que beneficiará a muchos y sin duda generará votos para Armando Guadiana y en Torreón para Nacho Corona.

@lharanda