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Dr. Mario Molina, impulsor de cambios sociales
Hace 25 años, en octubre la Real Academia de Ciencias de Suecia anunció que concedía el Premio Nobel de Química a Mario Molina, Sherwood Rowland y Paul Crutzen por sus investigaciones para predecir que las emisiones industriales de gases clorofluorocarburos (CFC) adelgazaban la capa de ozono. Con esto quedaba claro que las actividades humanas generaban estragos de grandes dimensiones en nuestro planeta, capaces de deteriorar la protección contra los rayos ultravioleta que tiene la Tierra.
El problema ambiental que el Dr. Molina pudo predecir, logró vincular de manera efectiva a la ciencia, a la sociedad y al gobierno para solucionarlo. La ciencia permitió evidenciar el deterioro y reconocerlo como un problema generado por procesos industriales, donde las consecuencias de no actuar eran incuestionables y catastróficas. La preocupación social se convirtió en un problema público que impulsó la actuación internacional y se iniciaron las negociaciones intergubernamentales para llegar a un acuerdo y eliminar gradualmente las sustancias que agotan la capa de ozono, que se concretaron en el Protocolo de Montreal. Las empresas encontraron alternativas más seguras y desde entonces se han tenido importantes avances. Se ha impulsado la investigación, monitoreo, intercambio de información y fortalecimiento de políticas y medidas de control para evitar el agotamiento de la capa de ozono. Se logró eliminar el 99% de los productos químicos que afectaban el ozono, lo que ha permitido frenar el daño e iniciar con la recuperación. La última evaluación científica, muestra que cada década la capa de ozono se recupera entre uno y tres por ciento. Se espera que se recupere por completo en 2030 en el hemisferio norte y en 2050 para el hemisferio sur. Y desde esta perspectiva, el Dr. Mario Molina contribuyó también a evidenciar la problemática del cambio climático, donde afirmaba que la humanidad está cambiando al clima, con la certeza de un riesgo inaceptable y que el problema sí se puede resolver, sólo que la sociedad no se ha puesto de acuerdo.
Desde la ciencia, el Dr. Mario Molina fue un gran impulsor de cambios sociales, la relevancia de las investigaciones del Dr. Mario Molina no sólo radica en las valiosas aportaciones a la química atmosférica, también demuestran que las soluciones son integrales y participativas. Su trabajo es un ejemplo disruptivo en la concepción social de la problemática ambiental. El Dr. Molina decía que “los científicos pueden plantear los problemas que afectarán al medio ambiente con base en la evidencia disponible, pero su solución no es responsabilidad de los científicos, es de toda la sociedad”.
El pasado 7 de octubre, este gran científicó falleció, dejando un gran ejemplo y legado al dedicar su vida a investigar y a trabajar en favor de proteger el medio ambiente. Su voz repercutió en la política y en la sociedad, ojalá resuene cada vez más y se sumen más cientificos, politicos, empresarios y ciudadanos a tomar consciencia para hacer sinergia y seguir impulsando un cambio social, ante la urgencia del cambio climático.