La maternidad es una experiencia compleja. De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública, entre 2011 y 2016, el 33.4% de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto, sufrieron algún tipo de violencia obstétrica. Es decir, fueron maltratadas al ser juzgadas, atemorizadas, humilladas o lastimadas física y/o psicológicamente.

María José Casas Ibarra, una de las cuatro doulas que hay en Saltillo explica que “se asegura al ginecólogo o a la partera, pero nadie está pensando en la salud emocional de la parturienta”

Ella tuvo un parto en casa, acompañada de una partera y una doula. La grata experiencia que le dio el nacimiento de su hija la llevó a que poco tiempo después ella se convirtiera en doula. 

Mientras que el término “doula” viene del griego y significa “mujer que sirve”, se trata de personal capacitado que brinda apoyo físico, emocional e informativo de forma continua a la madre, antes, durante y poco después del parto. 

Siendo claros, su objetivo es lograr que todo el proceso sea lo más saludable y satisfactorio posible. Es decir, una forma de contrarrestar la violencia obstétrica.

Hoy, María tiene más de cuatro años en esto.

Uno de los actos que refleja este tipo de vejaciones es practicar el parto por cesárea aún existiendo las condiciones para realizar un parto natural, sin el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer.

De hecho, según cifras del Instituto Nacional de las Mujeres, en 2016 en México aproximadamente a 45 de cada 100 mujeres se les practicó una cesárea. Siendo que la Organización Mundial de la Salud establece que el ideal de cesáreas a practicarse oscila entre el 10% y 15% de todos los nacimientos. 

Ante esta situación, personal que trabaja de cerca en el ámbito de la maternidad hace hincapié en la importancia de que la mujer llegue al parto bien informada y empoderada.

En Saltillo solo hay cuatro doulas, y cerca de ocho más están en proceso de capacitación. Se trata de un oficio que ha estado presente en todo el mundo a lo largo de la historia y en distintas culturas, sin embargo, es poco conocido. 

Además del acompañamiento en el parto, algunas doulas también están capacitadas para ofrecer masajes, aromaterapia, técnicas de respiración o acupuntura, todo esto para brindar confort a las mamás durante los procesos de gestación, embarazo, parto y postparto. 

En este punto es muy importante aclarar que las doulas no son personal sanitario, por lo que no están facultadas para tomar mediciones médicas ni para recibir al bebé. 

Y aunque el lado emocional es un aspecto fundamental para las doulas, no se trata de sustituir al apoyo que pueda brindar la pareja o la familia, además de que siempre debe estar presente la línea entre la ética profesional y la amistad entre la madre y la doula.

El acompañamiento en la maternidad 

En repetidas ocasiones la Organización Mundial de la Salud, ha recomendado un acompañamiento continuo durante el trabajo de parto para mejorar la satisfacción de las mujeres con la atención recibida. La evidencia respalda el uso de cualquier tipo de compañía culturalmente apropiada, incluyendo esposos y profesionales legos, como doulas.

¿Cómo contratar a una doula? 

De acuerdo a DONA International, el organismo encargado de la regulación de las doulas, y con sede en Chicago Illinois, hay algunos puntos clave a considerar para contratar una doula, tales como: su capacitación, estado de la certificación, experiencia, disponibilidad, servicios que ofrece, compatibilidad conversacional, tarifa e instintos generales sobre tener a la doula en el hogar o espacio privado. 

María Casas explicó que las doulas se manejan por honorarios, y que si bien en Saltillo el salario aún está muy por debajo de lo que perciben otras doulas, las que radican en la capital coahuilense acordaron cobrar entre tres mil y tres mil 500 pesos por parto atendido. Esto además de los servicios extra que pueda ofrecer cada doula. 

A nivel estatal, se puede contactar a doulas y parteras a través de la página en Facebook llamada Parto Respetado Coahuila.

¿Cómo ser una doula?

DONA International emite certificaciones cada cierto tiempo para formación de doulas. Por lo cual, es necesario estar al tanto de las actualizaciones de su calendario a través de su página oficial. Algunas capacitaciones suelen ofrecerse en Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey. 

En México, DONA International trabaja en mancuerna con la Universidad Anáhuac para las capacitaciones a nivel país. Para acreditarse como doula y asesora de lactancia de primer contacto, es necesario tomar dos cursos de cerca de tres meses cada uno, además de aprobar un examen final. Luego, cada tres años hay que hacer una actualización y volver a presentar examen para una recertificación.