Dos noticias ‘intrascendentes’
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Dos noticias ‘intrascendentes’
Hay noticias importantes y trascendentes. También hay noticias efímeras y superficiales. Las hay que provocan alegría y esperanza duraderas, o tristeza y otro clavo de pesimismo. Unas provocan curiosidad, otras inquietan y hacen pensar, descubren el tumor que va minando la justicia y la paz.
El jueves pasado Vanguardia (marzo/21) nos despertó con dos noticias muy alarmantes que nublaron el inicio de la primavera. Una inquieta y hace pensar en el futuro, la otra revela una vez mas un tumor que crece cada día. Sin embargo, ambas pueden haber sido recibidas con una sorpresa tan efímera como los triunfos o derrotas deportivas.
La primera se refiere a lo que llaman con toda verdad el “liquido vital”: el agua.” “Quedará Saltillo sin agua suficiente en 10 años” y como subtítulo explicativo “de seguir ritmo (actual) de crecimiento”. No será suficiente ¿Para quién o para qué? ¿para los jardines, las macetas y bulevares, los campos deportivos que lucen un césped espléndido gracias al “liquido vital”?. No todo eso no es tan vital como la “población”, los seres humanos que vivimos y bebemos todos los días en esta ciudad. El problema es que esta denuncia la hemos escuchado desde hace cincuenta años y a nadie ha preocupado. O ¿conoce ud. algún programa que atienda y anticipe soluciones inteligentes, -no mas de lo mismo como escarbar mas hondo-, alguna legislación que se preocupe de hacer conciente a la población y exigirle su responsabilidad de no desperdiciar lo que va a ser insuficiente?o ¿Ud piensa que la solución es detener el ritmo del crecimiento poblacional con murallas o con abortos, realmente la causa del problema futuro es el crecimiento poblacional?.
Lo esperado es que los que nos gobiernan inicien proyectos efectivos y eficaces, creativos, sociales y educativos (no simplemente poner letreros) que cambien la mentalidad acerca de este cada vez mas precioso líquido.
La segunda noticia es peor que la falta de agua porque es un tumor que está disolviendo la vitalidad de la familia. La violencia intrafamiliar, no solo produce divorcios, feminicidios crecientes, suicidios, fracazo crónico escolar y educativo, “ninis” y huérfanos emocionales atemorizados que viven el terror de la “guerra fría” hogareña aderezada con la hostilidad física y verbal, las agresiones que mutilan no solo los valores morales y trascendentes, sino el carácter, la autoestima y el propósito de ser alguien con dignidad humana.
No caemos en la cuenta de que la violencia familiar además de ser causa del deterioro social, político y económico, es un síntoma de un tumor más profundo que hasta el día de hoy si alguien lo exhibe o lo denuncia, inmediatamente es silenciado con epítetos vergonzantes y aplaudidos por ignorantes.
Ya hemos avanzado y retrocedido en evaluar y reconocer que padecemos un sistema educativo no solo pobre académicamente, sino meramente instructivo, impersonal, mecánico y tan politizado que la persona del escolar es tomado como un simple objeto que hay que llenar de información.
Sin embargo la cultura neurótica y enferma de la familia ha sido atendida solamente de manera estadística, cinematográfica o televisiva en forma casuística o anecdótica. Además de “La familia disfuncional” de Luis Leñero publicada en los sesentas del siglo pasado que generó una gran preocupación en la sociedad, la problemática familiar solo ha sido considerada en su dimensión económica para generar programas sociales que la atiendan.