¿Así que Netflix controla nuestras vidas? Los hípsters dirán que no, que hay montones de opciones mucho más interesantes dentro, incluso, del universo cibernético. Yo digo que Netflix es sólo el inicio de un millón de posibilidades, por supuesto, pero que será algo así como Facebook: para que algún otro sitio de streaming le tumbe el liderato, falta mucho, mucho tiempo.

Por lo pronto, Netflix sigue ofreciendo un contenido bastante surtido y cuando parece que se terminan las opciones, una nueva oferta llega para alegrarnos la vida. Pero, como en todo, también es cuestión de estarle buscando. Por lo pronto, en mi viaje por sus entrañas, he encontrado dos joyas británicas maravillosas. Ahora sí: Van recomendaciones por si no les queda de otra mas que darse un encerrón estos días de asueto.

PEEP SHOW. Una fantástica comedia inglesa que se transmitió de 2003 a 2015. ¡Gracias, Netflix, por presentármela! Trata de dos británicos que comparten departamento. Uno es el típico “Godínez” de más de treinta que está en busca del amor. Su amigo es un músico desempleado que vive de gorra y que posee un relativo encanto con las mujeres. 
“Peep Show” es una comedia sin pelos en la lengua, en ocasiones vulgar, pero su humor es tan inteligente y cotidiano, que en muchas escenas al menos yo me encontré diciendo: ¡Claro! ¿Quién no ha pensado lo mismo?

El formato es interesante y dinámico. La serie está contada a través de las miradas de los personajes, por lo cual los movimientos de cámara son un tanto salvajes o así se perciben al inicio. Después uno se acostumbra y le encuentra la gracia. Además de los diálogos, la narración incluye un gran porcentaje de los pensamientos de los protagonistas y están tan bien insertados en el guion, que resultan una delicia perversa. 

Está increíble, lo juro. Netflix ofrece siete de las nueve temporadas. Si les gusta el humor inteligente y algo irreverente, ésta es la serie para ustedes.

BLACK MIRROR. Ya sé, parece que ando atrasada, ¿verdad? Pero si yo dejé pasar en varias ocasiones esta serie británica, seguramente otros también han tomado la misma terrible decisión. Así que esta recomendación es para aquellos despistados que todavía no conocen “Black Mirror”, una serie de ciencia ficción y fantasía bautizada como la versión moderna de “The Twilight Zone”. Cada capítulo nos cuenta una historia independiente con un mismo hilo conductor: la tecnología. Las posibilidades y los peligros a los que nos enfrentan los avances tecnológicos que ya nos dominan y los que están por llegar.

Son historias sumamente ingeniosas que quizá nos provoquen algunos escalofríos, sobre todo al darnos cuenta que la ciencia ya dejó atrás a la ficción. Cuentos magníficos relatados con buenos efectos especiales, pero sobre todo, “Black Mirror” tiene un poder especial para hacernos reflexionar, cuestionarnos sobre las más íntimas necesidades humanas. Otra excelente opción para estas felices vacaciones. 
   

Twitter: @CalladitaR