Dos años y medio de cárcel para anciano que mató a ladrón que asaltó su casa en España

Usted está aquí

Dos años y medio de cárcel para anciano que mató a ladrón que asaltó su casa en España

Jacinto Siverio, de 83 años, el pasado 2 de abril, entrando en la sala de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Cristóbal García / Foto: EFE
El octogenario estará tras las rejas a pesar de que la Fiscalía había solicitado que se le eximiera del delito de homicidio

Jacinto Siverio, el hombre de 83 años que mató a un atracador que había entrado a su domicilio en Arafo (Tenerife) en 2015, ha sido condenado a dos años y medio de cárcel por un delito de homicidio, con la eximente incompleta de legítima defensa. La sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife también recoge una condena de dos años de prisión por tenencia ilícita de armas, si bien acuerda su suspensión bajo el compromiso de que no haya nuevos delitos. El acusado deberá indemnizar con 20 mil euros a la madre del fallecido.

Dada la duración de la condena, el octogenario tinerfeño tendrá que ir a prisión a pesar de que la Fiscalía había solicitado durante el juicio que se suspendiera la pena de tenencia ilícita de armas y que se le eximiera del delito de homicidio. El jurado popular emitió sin embargo un veredicto condenatorio, por siete votos a favor y dos en contra, al entender que el anciano, si bien actuó en defensa propia y la de su familia, tenía otras alternativas para salvaguardar su integridad física y la de su esposa sin matar al asaltante.

Los hechos sucedieron en la noche del 1 de marzo de 2015 cuando dos hombres entraron a robar en la finca de Siverio, que contaba por ese entonces con 80 años, disfrazados con caretas y armados con un formón y una pistola, que era simulada. Tras franquear el muro exterior, dice el fallo, entraron en una edificación anexa donde se encuentra una barbacoa, en la que se encontraba el condenado, y le obligaron a abrir la puerta de acceso al domicilio.

Afueras del municipio de Güímar (Santa Cruz de Tenerife), donde ocurrieron los hechos. / GOOGLE MAPS

En la vivienda se encontraban la esposa y la cuñada del acusado, de 69 y 64 años, que se asomaron a la ventana del dormitorio alertadas por el ruido. Ya dentro del domicilio, al menos uno de los asaltantes sujetó a la esposa de Siverio, mientras la hermana logró encerrarse en el aseo de la vivienda.

Mientras los agresores exigían la entrega de dinero en efectivo, relata el fallo, Siverio se dirigió al dormitorio para sacar de una caja cerrada con llave depositada en un armario un revólver marca Ruby del calibre 38. Portando el arma en la mano, regresó al hall en el que se encontraba su esposa con los asaltantes, y realizó un primer disparo que impactó en el zócalo de la pared del hall. Volvió a disparar y esta vez alcanzó el lado izquierdo del rostro del asaltante cuya muerte le ha costado la condena al acusado. Según la autopsia, tenía herida de entrada por encima del labio superior, y el proyectil le desgarró la yugular y salió después por el lado derecho del cuello.

El atracador aún pudo trasladarse herido hasta el patio trasero de la vivienda, donde se desplomó y falleció como consecuencia de la hemorragia.

La sentencia detalla que en el transcurso del asalto a Siverio le encañonaron en la sien con una pistola simulada y le golpearon, por lo que sufrió diversos eritemas y heridas. Los asaltantes agredieron también a su esposa y le dejaron varios hematomas y erosiones en las piernas y la mano, además de un trastorno de estrés postraumático, secuelas en las manos y artrosis postraumática.

Recurso de la Fiscalía y la defensa

Fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife han confirmado a EL PAÍS que se trata de un veredicto insólito y que recurrirán al Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) y al Tribunal Supremo al considerar que ha quedado probado que el anciano actuó en todo momento en defensa propia y que no disponía alternativa alguna, salvo el revolver para defender a su mujer y a sí mismo. La defensa también recurrirá el fallo.