Donald Trump y Jeb Bush, enfrentados por Siria y la inmigración

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Donald Trump y Jeb Bush, enfrentados por Siria y la inmigración

Los precandidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos Marco Rubio, Donald Trump y Jeb Bush. Foto AP
El ex gobernador de Florida Jeb Bush y el multimillonario Donald Trump chocaron en cuanto a la estrategia que proponen para la guerra civil siria.

Los precandidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos mostraron la noche del martes sus diferencias respecto al papel que debe jugar Washington en el conflicto sirio y en cuanto a política migratoria, en un debate que estuvo centrado en cuestiones económicas.

Los ocho precandidatos republicanos más destacados en las encuestas criticaron a la principal precandidata demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, así como el manejo de la economía por parte del presidente, Barack Obama.

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En este debate, celebrado en Milwaukee (Wisconsin) y auspiciado por el canal Fox Business Network y "The Wall Street Journal", se habló sobre todo de empleo, impuestos y del gasto público. Algunos de los candidatos abogaron por un impuesto sobre la renta único, por un presupuesto equilibrado y en favor de trabajar para amortizar la deuda del país mediante una combinación de recortes en el gasto público y de crecimiento económico.

Pero el debate se centró también en el conflicto sirio y la lucha contra Estado Islámico, cuestión que, según los candidatos, podría afectar negativamente al crecimiento y la prosperidad de Estados Unidos.

El ex gobernador de Florida Jeb Bush y el multimillonario Donald Trump chocaron en cuanto a la estrategia que proponen para la guerra civil siria. Bush apuesta por establecer una zona de exclusión aérea sobre el país, mientras que Trump se mostró contrario a aumentar el papel de Estados Unidos en Siria.

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"Tenemos que liderar, tenemos que implicarnos. Deberíamos tener una zona de exclusión aérea en Siria", pidió Bush. El hermano e hijo de presidentes acusó a Obama y Clinton de no creer que Estados Unidos tenga que jugar un papel de liderazgo y advirtió que el país está pagando un precio que "tendrá un enorme impacto en la economía" nacional si no se hace algo.

Trump, sin embargo, cree que son otros países los que deben luchar esa guerra y lamentó que importantes países europeos no estén haciendo lo suficiente a nivel militar. Describió de hecho a Alemania como un "enorme mastodonte económico" que debería estar haciendo más para contribuir a su propia defensa.

"No podemos seguir siendo los policías del mundo", advirtió Trump. "Debemos 19 billones de dólares, tenemos un país que se está yendo al infierno... tenemos que empezar a invertir dinero en nuestro país", afirmó.

El senador de Kentucky Rand Paul coincidió con Trump en que los países de la región deberían liderar la lucha contra Estado Islámico. "Se puede ser fuerte sin involucrarse en todas las guerras civiles del mundo", apuntó.

Sin embargo, la ex directiva Carly Fiorina, el senador hispano Marco Rubio y el neurocirujano Ben Carson -segundo en un reciente sondeo por detrás de Trump-, pidieron políticas militares más agresivas.

Rubio, quien últimamente subió en las encuestas, aseguró que Putin es "una figura del crimen organizado" que está explotando la debilidad de Estados Unidos para desbancarle de su papel en la región, mientras Estado Islámico se extiende.

"O ganan ellos o ganamos nosotros y deberíamos tomarnos en serio este peligro, que no se va a ir por sí solo", dijo Rubio, cuyas palabras fueron recibidas con vítores y aplausos.

Los candidatos también mostraron fuertes diferencias en relación a la reforma inmigratoria.

Trump insistió en su plan de deportar a unos 11 millones de personas que se encuentran ilegalmente en el país y construir un muro a lo largo de la frontera con México para mantenerlos alejados de Estados Unidos.

Por su parte, Bush dijo que ese plan es insostenible y señaló que no es posible expulsar a millones de inmigrantes. "Enviaría un mensaje de que no somos el tipo de país que sé que es Estados Unidos", advirtió.

Por su parte, el gobernador de Ohio, John Kasich, también dijo que el plan de Trump jamás funcionaría. "Piensen en las familias", señaló Kasich. Su plan, en cambio, es que los inmigrantes ilegales que respetan la ley paguen una multa de modo de poder quedarse en el país.