Donald Trump amenaza con "cerrar" el gobierno para levantar el muro con México

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Donald Trump amenaza con "cerrar" el gobierno para levantar el muro con México

Foto: Vanguardia/EFE
En un encendido discurso anoche en Arizona, advirtió que lo hará si el Congreso no le otorga fondos para la muralla

Fue un encendido e incendiario discurso como todos lo que pronuncia cuando habla ante sus publico más leal. Donald Trump habló anoche ante miles de fieles seguidores en Phoenix, y les dijo lo que les gusta escuchar. Arropado por gritos de apoyo, el presidente se lanzó directo hacia su promesa de campaña el muro con México, un proyecto entre imposible y súper costoso que el mandatario no logra concretar.

"Construiremos ese muro", dijo, aun "si tenemos que parar el gobierno"

El mensaje fue para que el Congreso le provea los fondos para cumplir su promesa de construir el muro en la frontera. Y le dedicó sus palabras específicamente a los legisladores demócratas "obstruccionistas"

Trump también acusó a los demócratas de poner en riesgo la seguridad del país por no apoyar la propuesta.

El muro fue una de las promesas de campaña más populares de Trump, y en sus mítines era frecuente que el público gritara "Construyan el muro" al unísono. Trump había prometido que México pagaría por el muro, pero México se ha negado.

La Cámara de Representantes ha aprobado un proyecto de presupuesto con financiamiento para el muro, pero la iniciativa tiene un futuro incierto en el Senado.

La "gente enferma" de los medios

El presidente aprovechó el baño de masas para dedicar cerca más de la mitad de su discurso de 78 minutos a críticas a su enemigo predilecto: la "gente enferma" en los medios y las élites. Y de paso se reivindicó por sus polémicas declaraciones sobre Charlottesville, en las que puso en pie de igualdad a racistas con gente que lucha contra el racismo.

"Los muy deshonestos medios... y me refiero a las realmente deshonestas personas en los medios y los medios falsos, se inventan historias. En muchos casos no tienen fuentes", fustigó (en realidad repitió).

"No informan los hechos, al igual que no quieren informar que yo hablé duramente contra el odio, la intolerancia y la violencia y condené fuertemente a los neo-nazis, a los supremacistas y al KKK", añadió al referirse a los violentos incidentes en Charlottesville.

Trump ha sido blanco de duras críticas de demócratas y republicanos, así como de otros sectores, por no condenar enérgicamente una marcha de supremacistas blancos hace días en Charlottesville, que derivó en violentos disturbios con antirracistas que dejaron una mujer muerta.

El presidente condenó primero a "ambas partes" por la violencia en Charlottesville. Luego volvió sobre sus palabras y condenó con nombre a los supremacistas. Pero luego volvió a su primera posición y culpó a "ambas partes" otra vez desatando una locura de reacciones en Washington y en los medios.

El presidente Donald Trump criticó a la prensa por la manera como describió su respuesta a los letales desarrollos durante una protesta en Charlottesville, Virginia.

Al iniciar su mitin en Phoenix, Trump dijo que "la muy deshonesta prensa" tergiversó su reacción a la protesta organizada por supremacistas blancos.

Trump también repitió el mensaje de unidad que pronunció la noche del lunes.

"Este recinto condena de manera enérgica a los holgazanes que perpetraron hechos de violencia y de incitación al odio", dijo.

Un discurso para buscar aire fresco

Se esperaba que con su discurso en Arizona, Trump reenergice el debilitado apoyo al gobierno y a su polémico proyecto de construir un muro en la frontera de 3.100 km con México para impedir la llegada de indocumentados al país.

Trump insiste en que los mexicanos deben pagar por la monumental obra, cuyo costo estimado es de 21.000 millones de dólares, lo que según muchos la vuelve improbable.

Antes del acto en Phoenix, Trump estuvo en Yuma, muy cerca del límite con México, para conocer el equipamiento usado por la patrulla fronteriza.

Hombres armados

Una media docena de personas se presentaron afuera del centro de convenciones donde el presidente Donald Trump iba a dar un discurso, con rifles y uniformes de estilo militar para unirse a las protestas en contra del mandatario.

Miembros del grupo Redneck Revolt se describieron como antifascistas que están ofendidos con las políticas del presidente y por sus comentarios sobre la violencia racial en Virginia.

Un hombre que se identificó a sí mismo como "John Brown" portaba una AK-47 y dijo que estaba ahí para proteger a los manifestantes opositores de Trump. Arizona permite a la gente portar armas libremente.

La policía mantuvo a los dos grupos, de simpatizantes y opositores, en lados opuestos de la calle detrás de barricadas y de agentes. Sin embargo, eso no evitó que se gritaran unos a otros. Las protestas fueron en su mayoría pacíficas, a pesar de que se congregó una gran multitud.

El sheriff racista que Trump quiere

Pero las manifestaciones se volvieron "complicadas" al finalizar el discurso del presidente. Los manifestantes opositores montaron en cólera luego de que en el acto Trump mostrar su simpatía por el polémico sheriff de Arizona Joe Arpaio, conocido por sus medidas antiinmigrantes y declarado culpable de desacato a los tribunales en un caso de discriminación racial hacia los conductores hispanos.

Se especulaba que Trump aprovechara el acto para indultar a Arpaio.

"No voy a hacerlo (indultarlo) esta noche porque no quiero crear ninguna controversia, pero el sheriff Joe puede sentirse bien", añadió el presidente, dando por hecho que el perdón llegará próximamente.

"Voy a hacer una predicción, creo que él va a estar bien, ¿de acuerdo?", dijo Trump. Y afuera la multitud enfureció.