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“Don Paletto” primera nevería en México para las mascotas
“Thor” lleva un año asistiendo a esta nevería. Su helado favorito es el de yogur con fresa y zanahoria. Aunque es un cliente frecuente, no se trata de un comensal cualquiera: es un bulldog inglés que asiste a este lugar porque se trata de uno de los primeros establecimiento que toma en cuenta a los perros a la hora de la elaboración del menú. “Don Paletto” no es la única heladería en México, pero sí la primera que se preocupa porque todos sus visitantes, hasta los amiguitos de cuatro patas, queden contentos con su visita a este local ubicado en la calle Mar Egeo, número 232, en la colonia Popotla en la zona Centro de la Ciudad de México. Ahí, Mauricio Montoya sostiene feliz el título de ser fundador de uno de los primeros negocios “pet friendly” en el país.
Desde 2014, Mauricio, quien se autonombra como traficante del sabor, ofrece los primeros helados en la ciudad preparados para que los acompañantes caninos puedan refrescarse en época de calor. Los sabores son variados, incluso para ellos. Además, la ventaja es que también los humanos pueden consumirlos, gracias a los ingredientes totalmente naturales que se emplean para su preparación.
Recipientes con agua están ubicados a los pies de todas las mesas del lugar. Estos recipientes están enfocados a mantener hidratados a los clientes peludos, quienes disfrutan de la tranquilidad que esta colonia llena de construcciones porfirianas ofrece. Que la estructura del lugar los tome en cuenta, es una muestra más del compromiso que siente este negocio con su muy variada clientela.
Sabor familiar
Mauricio Montoya tiene 36 años. Aunque se decidió por estudiar publicidad para mantenerse alejado de un negocio familiar con más de 60 años de tradición, las paletas, nieves y helados terminaron por convertirse en parte fundamental de su vida. Sólo que él decidió darle un giro más amable con los diferentes comensales que por problemas de salud no pueden consumir helados: “[Las paleterías] son un negocio familiar. Tengo tíos, primos y hasta mi papá tiene una heladería. Yo realmente nunca tuve asociado que me iba a dedicar a la venta de helados, por eso me dediqué a la publicidad. Fue entonces que a la par decidí poner mi negocio”, un establecimiento que, sin querer, terminó en aquello que trató de evitar.
En “Don Paletto” siempre se han aceptado mascotas, incluso cuando el menú aún no estaba pensado para los clientes de cuatro patas. Mauricio se dio cuenta rápido del problema, mirando en aquella novedad una oportunidad. El mercado de postres para mascotas era totalmente nuevo, y por lo menos en México se trataba de un terreno no explorado. “Me di a la tarea de buscar qué opciones existían, y nos dimos cuenta de que casi la mayoría eran más cárnicos. Estaban pensados como postres más para animales. Yo siempre he tenido la idea de que un postre tiene que ser algo dulce y rico”, recuerda Mauricio, y ello toma sentido al provenir de una familia que ha dedicado más de un lustro a la creación y perfeccionamiento del helado.
En este emporio de la frescura, saben que los animales tienen ciertas limitaciones en cuanto a la cantidad de azúcar o lácteos que pueden ingerir. Todo ello debido al proceso de metabolización que difiere totalmente al de los humanos. Por ejemplo, los perros no pueden consumir leche, base de la mayoría de los helados, porque el azúcar que contiene y la lactosa no pueden ser digeridas de forma correcta por los canes, provocándoles problemas estomacales.
Postre para paladares especiales
Cuando “Jagger” llegó a la vida de Mauricio, como un cachorrito de apenas dos meses en ese entonces, decidió darle un giro completo a su negocio en cuanto a imagen. No quería ser una nevería más, con los menús que este tipo de negocios ofrecen. Sabía que podía aportar algo nuevo, y la adopción de su mascota ayudó a perfilar aquella idea.
Como todo dueño, comenzó a darle probaditas de helado, a la par que le preparaba paletas pequeñas. Así, cuando llegaban los clientes, y si Mauricio notaba que venían acompañados, les regalaba estos postres helados, todos preparados con agua y frutas.
“Nos acercamos a veterinarios para que nos asesoraran sobre cuáles eran los ingredientes que podrían consumir los animales. Así, con estas recomendaciones es como decidimos lanzar este producto. Me di cuenta de que esas personas que me compraban le terminaban dando también a los perros, porque es de lo más normal”. Además, investigaron más recetas y postres caninos que se realizaran en otros países.
No sólo se trata de hacer que amo y mascota convivan en un mismo sitio, sino de lograr que ambos se sientan cómodos y valorados: “Creo que en algún momento la industria animal se estandarizó demasiado sobre que los animales sólo deberían comer ciertas cosas”. Recuerda que si se le pregunta a gente mayor sobre cómo alimentar a sus mascotas, ellos contestaban que la opción más confiable era darles sobras de comida. En cambio, hay otra generación que sólo les da croquetas y no ven bien procurarles carne o verduras, por considerar a los perros no merecedores de esto. “Por ese estándar, podrías pensar que el perro no tiene derecho a ciertos productos. Más que humanizar al perro, animalicémonos nosotros”, afirma.
Mauricio sabe que es el primer heladero en México que piensa en los animales, pero sus productos están tan bien pensados que no son exclusivos para perros, también los pueden comer las personas. La idea del producto es que sea amigable con todos. Y ahí se basa esta nueva imagen de “Don Paletto”. No sólo prepararán postres enfocados en el mejor amigo del hombre, sino en otros casos donde no se puedan comer altas cantidades de azúcar, leche u otros productos. La heladería se preocupa por el consumidor diabético, por el intolerante a la lactosa, por aquellos que se interesan en cuidar la línea, ya que incluso cuentan con opciones “light”.
Para aquellos que se toman muy en serio el bienestar de los animales, existen las opciones veganas, donde en vez de usar base de leche, se ocupa leche de coco. Los sabores van desde mango con aguacate hasta aquellos que están endulzados con miel de agave. Mauricio es consciente de la cantidad de gente que se acerca a su negocio, por eso se esfuerza en crear una gran variedad de sabores para poder complacer a chicos y grandes, gente sana o con problemas de salud. Humanos o perros: todo el mundo tiene derecho a disfrutar de un postre helado.
“Siempre pongo el ejemplo de la leche en el supermercado: antes sólo había entera y light. Ahora tenemos deslactosada, alta en calcio, con más o menos grasa. Justo eso es lo que queríamos lograr. Son opciones más saludables. Hacemos de nuestros helados productos orgánicos: desde el yogur, la miel, la crema de cacahuate, incluso las frutas. Lo que buscamos es la certificación como producto orgánico”.
Carrito paletero, a toda la República
Gracias a que Mauricio tiene a su pequeño “Jagger”, conoce lo que es entrar a establecimientos donde los perros son bienvenidos. Sabe que no es lo mismo un negocio “petfriendl” a uno donde sólo se aceptan perros. Por eso “Don Paletto” siempre ha tomado en cuenta a las mascotas: “He ido a negocios donde se aceptan animales, pero sólo se queda ahí: en que pueden entrar al lugar. Un establecimiento “petfriendly” toma en cuenta sus necesidades, el que ellos también se sientan cómodos y aceptados. En hoteles, por ejemplo, donde tengan una camita, agua, platitos y bolsas para sus heces. Ellos se sienten bienvenidos y uno como dueño aún más”.
Con un promedio de 200 visitantes al día, entre dueños y perros, un menú que también ofrece paninis, palomitas, nachos y otros “snacks” salados, y un refrigerador que alberga más de 100 sabores diferentes de helado, Don Paletto tiene sucursales en la colonia Clavería; en la calle 14 Oriente, en Cholula, Puebla, y muy pronto en Querétaro.
Además, cuenta con “food truck”, un camión de helados recorriendo diferentes estados y eventos públicos. Quieren llevar su sabor a cada rincón de la República mexicana y sobre todo, a todas las bocas, sin importar su número de patas: “Seamos más conscientes sobre todas las especies”, invita Mauricio Montoya, fundador de la primera heladería canina.
“Thor” come su paleta helada. Echado a los pies de sus dueños, quienes también disfrutan un helado en pareja, ella comenta: “A él le encanta, y a mí me gusta que le guste”.
Delicias para todos
* “Don Paletto” era el apodo que recibió Mauricio Montoya de sus amigos cuando aún estudiaba publicidad, a la par que estaba montando su pequeña nevería.
* “Heladog” es el nombre de estos helados especiales. Tienen base de yogur vegano, además de frutas que pueden ser consumidas por los perros. Estos postres están endulzados con miel 100% orgánica. Pueden ser consumidos por los humanos.
* Mauricio recomienda que, aunque se traten de alimentos orgánicos, no se debe abusar de su consumo. A los canes les encanta, pero no por ello deben comerlos diariamente.
* Helados para todos. Para quienes no consumen azúcar, hay opciones endulzadas con edulcorante. Los visitantes que no acostumbran tomar leche pueden pedir helado a base de leche de coco o descremada.