Documentos refutan versión del National Enquirer sobre apoyo a Donald Trump

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Documentos refutan versión del National Enquirer sobre apoyo a Donald Trump

Michael Cohen, se declaró culpable de violar normas de campaña aceptando la aseveración de la fiscalía de que él, Trump y el National Enquirer cooperaron para pagarle a una actriz pornográfica y a una modelo de Playboy. Foto: AP
Michael Cohen, se declaró culpable de violar normas de campaña aceptando la aseveración de la fiscalía de que él, Trump y el National Enquirer cooperaron para pagarle a una actriz pornográfica y a una modelo de Playboy.

El National Enquirer dice que su apoyo a Donald Trump se debe a una simple decisión financiera en base a que el presidente es sumamente popular entre sus lectores. Pero documentos obtenidos por la AP muestran que las finanzas del tabloide han estado bajando incluso en medio de la publicación de artículos atacando a los adversarios de Trump y, según fiscales, encubriendo sus presuntas relaciones extramaritales.

La empresa propietaria del Enquirer, American Media Inc., perdió 72 millones de dólares al año que culminó en marzo, según los documentos obtenidos por la AP. A pesar de las aseveraciones del presidente de la empresa David Pecker de que Trump vende, los documentos muestran que la circulación semanal promedio del Enquirer disminuyó en 18% a 265.000 en el 2018 como año fiscal comparado con el año anterior, y eso fue la caída más pronunciada para cualquier publicación propiedad de AMI. Y además, en los 12 meses previos, durante las elecciones, la circulación disminuyó en 15%.

En general, los documentos muestran que American Media no está percibiendo los ingresos necesarios para pagar los intereses de su deuda de 882 millones de dólares, y que la compañía prevé "más disminución en la circulación y en los ingresos por publicidad" este año. Eso quiere decir que AMI tiene que endeudarse para seguir funcionando y para financiar sus adquisiciones recientes.

El nuevo acreedor de AMI es un fondo de inversiones de Nueva Jersey llamado Chatham Asset Management. Su director ejecutivo cenó con Pecker y con Trump en la Casa Blanca el año pasado, y ese fondo ha dado dinero a campañas republicanas y tuvo vínculos con el anterior gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, quien le otorgó licencia para administrar fondos de retiros estatales por millones de dólares.

Las deudas actuales de AMI surgen a raíz del declive actual de la industria de las revistas y por sus recientes adquisiciones. Chatham ha logrado amortiguar el daño al convertir parte de la deuda que otros le deben en compañías de la empresa.

En medio de todo esto, se ha iniciado una investigación sobre si la empresa estuvo involucrada en violación de leyes de campaña o en pagos a mujeres a cambio de su silencio.

El abogado personal de Trump, Michael Cohen, se declaró culpable de violar normas de campaña aceptando la aseveración de la fiscalía de que él, Trump y el National Enquirer cooperaron para pagarle a una actriz pornográfica y a una modelo de Playboy que dicen haber tenido relaciones extramaritales con Trump. Pecker y su subalterno, Dylan Howard, han recibido inmunidad a cambio de su cooperación. Junto con Cohen, son los más recientes aliados de Trump atrapados en investigaciones federales.

Ni AMI como empresa, ni ningún funcionario suyo, han sido encausados en el asunto.

AMI no respondió a preguntas que le envió la AP a Howard, Pecker y su vocero de prensa. Pero un documento confidencial obtenido por la AP le pide a los inversionistas concentrarse en el flujo financiero actual de la empresa y no en su proyección de ganancias. En los últimos dos años, la compañía ha generado un flujo financiero de 12 millones de dólares, aunque sus pérdidas globales ascienden a 160 millones.

La cercanía de AMI a la investigación federal se está dando junto en momentos en que la empresa trata de refinanciar hasta 450 millones de dólares en deudas. A pesar de las recientes adquisiciones de US Weekly y Bauer Media, los ingresos provenientes de las publicaciones de AMI siguen en descenso, según los documentos obtenidos por la AP.

Pecker ha proyectado siempre un aura de control absoluto sobre el Enquirer y sus publicaciones hermanas, haciendo alarde de que está dispuesto a gastar el dinero de AMI para apoyar a Trump.

(Trump) es mi amigo personal”, le dijo a la revista New Yorker el año pasado al explicar por qué AMI le pagó a la modelo de Playboy Karen McDougal 150,000 a cambio de que callara su versión de que tuvo un amorío con Trump.

Pero Pecker sólo posee una fracción de AMI, de un 8%, dice la empresa. Más del 80%, además de cientos de millones de dólares de su deuda, son propiedad de Chatham Asset Management. El inversionista Leon Cooperman posee otro 7%.

Chatham se negó a responder preguntas sobre la relación entre el Enquirer y Trump, o sobre el futuro de sus inversiones en AMI. Pero emitió un comunicado asegurando que "no tiene participación alguna en el proceso editorial ni en el funcionamiento cotidiano de la empresa".

David Larcker, profesor de la Escuela de Negocios de Stanford experto en administración de empresas, dice que es normal que una firma como Chatham tenga escaso control sobre AMI. Sin embargo, aclaró, la empresa debería investigar “cuando ocurra algo grande e inesperado” en una filial que controla", en consideración a los inversionistas que son socios limitados. Una empresa como Chatham "tendría que darle explicaciones a sus inversionistas”, dijo el académico.

Entre los principales inversionistas de Chatham, según documentos públicos, está el fondo de pensiones de Nueva Jersey. Chatham toma decisiones de inversión para más de 300 millones de dólares en fondos de pensiones en ese estado.

Cuando se le preguntó sobre el presunto involucramiento de AMI en violaciones de leyes de campaña o en pagos para amordazar a personas, la portavoz del Departamento del Tesoro de Nueva Jersey Jennifer Sciortino dijo a la AP que "es nuestra expectativa que nuestros socios en inversiones se involucren con buenos negocios con sólidos equipos administrativos que respeten las leyes vigentes". Se negó a divulgar si Nueva Jersey había hablado de AMI con Chatham, pero expresó: “Estamos en contacto regularmente con nuestros socios de inversión en cuanto a las empresas involucradas, y les damos nuestra apreciación cuando es apropiado”.

En una entrevista el viernes pasado, Cooperman remitió la mayoría de las preguntas a Chatham y a AMI, describiéndose como un inversionista pasivo con una inversión “ínfima” en la compañía. Cooperman no opinó sobre las denuncias de que AMI estuvo involucrada en los pagos a las mujeres, pero expresó su confianza en Pecker. "Creo que es un tipo de gran calidad que está haciendo un excelente trabajo administrando la empresa”, comentó.

El documento confidencial obtenido por la AP declara que la deuda de 882 millones de dólares de AMI constituye una desventaja competitiva que le impedirá lanzar proyectos nuevos, tomar dinero prestado o siquiera financiar “los requerimientos corporativos generales”.

Cooperman le dijo a la AP que AMI tiene el nombre de un prominente banco de inversiones para ayudarle en sus gestiones para recabar fondos y que posiblemente habrá un anuncio en septiembre. Vaticinó que AMI convertirá más sectores de su deuda en acciones, como parte de ese refinanciamiento.

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Si bien los documentos confidenciales no han sido divulgados antes, la posibilidad de que Pecker y AMI dejen de proteger los secretos de Trump ha existido desde hace algún tiempo. Trump y Cohen incluso hablaron sobre la posibilidad de que algún día colapsen las relaciones entre Trump y el National Enquirer.

En julio, Cohen difundió un audio en que los hombres hablan sobre la posibilidad de comprar la historia de McDougal sobre un amorío con Trump para el National Enquirer. Esa compra era necesaria, parecían decir, para evitar que Trump siempre tenga que tener una estrecha relación con el tabloide.