Doctora en Ciencias

Usted está aquí

Doctora en Ciencias

El virus del zika es transmitido al humano por la picadura de mosquitos del género Aedes, los mismos que transmiten el virus del dengue y el virus Chikungunya

El virus del zika se descubrió en 1947 en un mono, en el Bosque de Zika, Uganda, de ahí su nombre. Sin embargo, en 2007 se presentó un brote en la isla Yap en Micronesia, que para 2014, llegó a América Latina al presentarse un caso en la isla de Pascua en Chile. A partir de entonces se diseminó rápidamente a Brasil y a otros 13 países de la región, entre ellos México. Los reportes de la Secretaría de Salud confirman la infección por zika en una veintena de individuos, principalmente en Nuevo León, Jalisco y Chiapas. 

La infección por el virus zika en un tercio de los individuos infectados es asintomática; sin embargo, cuando se presentan síntomas son: fiebre, dolor de cabeza, dolor en articulaciones, además de salpullido y conjuntivitis. A pesar de la poca gravedad de los síntomas, se ha asociado fuertemente con el nacimiento de bebés con microcefalia de madres infectadas con el virus. Aunque en este momento, no existe una explicación científica, sí existe una asociación importante entre zika y malformaciones del sistema nervioso. 

Esta asociación llevó a las instituciones más importantes de salud, entre ellas a la Organización Mundial de la Salud, a recomendar que las mujeres embarazadas no viajen a países en donde se ha encontrado zika, incluyendo a México. 
Actualmente no existe tratamiento ni vacuna, por lo que la única manera de evitar el contagio son las medidas preventivas dirigidas contra el mosquito. 

Por ejemplo, evitar la picadura del mosquito con el uso de repelentes y ropa que cubra brazos y piernas, evitar o tapar recipientes en que se pueda acumular agua, para evitar la proliferación de las larvas del mosquito. 

De igual manera es importante estar alerta de los síntomas y dar atención médica estrecha a mujeres embarazadas. 

La presencia de infecciones no antes conocidas siempre alerta a los sistemas de salud mundial y de nuestro país; sin embargo, es importante no generar miedo, sino educación. Con respecto a zika, existen cuatro razones para estar alertas: la primera, la frecuente asociación de la infección con malformaciones y síndromes neurológicos en recién nacidos. Segundo, el potencial que existe de transmisión debido a la distribución mundial del mosquito. Tercero, el hecho que no existe contacto previo o inmunidad contra el virus en las regiones que están siendo afectadas. Y por último, la ausencia de una vacuna y, con esto, la incapacidad de prevención en la población. 

Debido al potencial que tiene esta infección es importante seguir las recomendaciones de la Secretaría de Salud y estar alertas a los síntomas de la infección, en especial en personas embarazadas.