Davao. El virtual presidente electo de Filipinas, Rodrigo Duterte, aseguró hoy que ordenará a la policía "disparar a matar" a aquellos criminales que opongan resistencia a su detención.

Duterte, conocido por sus posturas implacables hacia el crimen, el narcotráfico y la corrupción, dijo que también instará al Congreso a restaurar la pena de muerte, abolida en 2006.

El futuro presidente, alcalde de la sureña ciudad de Davao, prometió erradicar la criminalidad en los primeros seis meses de su mandato.

"Si tú opones resistencia, si muestras una resistencia violenta, daré a la policía la orden de disparar a matar. Disparar a matar por el crimen organizado. ¿Has oído?", dijo Duterte, de 71 años, en Davao.

"No destruyas mi país porque te voy a matar. Te voy a matar. No habrá término medio", advirtió el sucesor del presidente Benigno Aquino.

Respecto a la pena de muerte, Duterte dijo que prefiere como método de ejecución la horca por ser menos cruel que el paredón o la silla eléctrica.

"Es simplemente lo mismo que apagar la luz", afirmó Duterte en alusión a la muerte en la horca. "Una vez roto el cuello se acabó.

(el condenado) no siente nada. El pelotón de fusilamiento es más caro porque es necesario utilizar balas y también es más cruel".

La silla eléctrica, abundó Duterte, también es más cara porque el Gobierno tendría que pagar la electricidad para la ejecución. "No puede ser que si voy a matar a una mala persona, esta todavía quiera que yo gaste dinero".

Según los resultados todavía no oficiales de las elecciones del 9 de mayo, Duterte obtuvo casi el 39 por ciento de los votos. Todos sus rivales ya han reconocido su derrota.

El Congreso filipino se reunirá este mes para ratificar el escrutinio oficial antes de proclamar vencedor a Duterte. Su toma de posesión está prevista para el 30 de junio.

Duterte también amenazó a los terroristas musulmanes activos en el sur del país. El político los llamó a liberar a los rehenes y entregarse a las autoridades. De lo contrario, sufrirán las consecuencias.

Al mismo tiempo, la organización terrorista Abu Sayyaf amenazó en un mensaje de video con decapitar a un segundo rehén canadiense si no se paga hasta el 13 de junio la suma millonaria de rescate que demandaron. En abril, el grupo terrorista había decapitado a un rehén canadiense secuestrado cerca de Davao.

Los extremistas luchan por más autonomía en el país católico.

Tienen varios extranjeros en su poder, entre ellos un noruego y un holandés.