De acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional, durante este 2020 las detecciones de la obesidad han disminuido un 50 por ciento a diferencia de 2019.

Uno de los efectos secundarios que ha tenido la pandemia COVID-19 en el sistema de salud se encuentra en el rezago en las atenciones y nuevas detecciones de enfermedades.

Un ejemplo de lo anterior es la que ahora resultó en las detecciones de obesidad.

Coahuila, por muchos años ha liderado la lista de los estados con más obesos en México. Inclusive, durante 2019 fue uno de los años en donde estas cifras aumentaron más a comparación de los dos años que le anteceden.   

Ahora con el COVID-19, se tienen registrados solo 5 mil 737 casos nuevos de obesidad. Esto quiere decir un aproximado de 179 nuevos casos por semana, tomando en cuenta los registros hasta la actual semana 32 de 2020.

Durante 2019 hasta la misma semana 32 se registraron 10 mil 313 casos nuevos de obesidad. Esto da unos aproximados de 323 casos detectados por semana.  

No es el único de los padecimientos que se han dejado de atender gracias a la pandemia. Lo mismo sucede con el cáncer de útero y de mama, este último, siendo de los problemas de salud más fuertes en Coahuila. 

El gobernador Miguel Ángel Riquelme inició el programa “Rastreadores de la salud, con el cual se busca llegar hasta las casas de los enfermos para canalizarlos y atenderlos de manera segura, buscando salvaguardar su salud y evitar contraigan el virus.

Coahuila se ubica en cuarto lugar a nivel nacional con problemas de obesidad infantil, pues alrededor del 40 por ciento de los niños de Primaria padece de sobrepeso, de los cuales la mayoría está en la etapa de tercero y cuarto grado, es decir, entre los 8 y 9 años de edad.

La obesidad aumenta la posibilidad de generar diabetes en un 2 por ciento; hipertensión hasta 4 por ciento, y de dislipidemia, 1.7 por ciento, que todo junto genera un síndrome metabólico ocasionando las principales causas de muerte en la actualidad en México, que son los infartos.