De 15 centímetros que medía en junio el tumor que le fue detectado a Joana justo detrás de su nariz, al día de hoy los médicos aseguran que disminuyó su tamaño considerablemente, mide un centímetro y podría reducirse aún más.

La niña saltillense que lucha con mucha actitud contra el linfoma de Burkitt desde hace cuatro meses ha respondido a las quimioterapias que le indicó como tratamiento su médico de cabecera.

Este sábado logró concluir el primer ciclo de estas “quimios” pues en el transcurso de la semana se le aplicó la cuarta sesión, de la cual los médicos alertaron por sus reacciones. Afortunadamente Joana no ha presentado ninguna consecuencia ante la aplicación de medicamentos.

“Hoy terminó el cuarto ciclo”, dijo Blanca Neri, su madre.

Recordó que, a inicio de la semana el médico comentó que en esta cuarta quimioterapia las reacciones iban a provocar severas reacciones durante su aplicación; tendría alergia, taquicardia e incluso podría entrar agua a sus pulmones. El tratamiento comenzó el lunes y terminó este sábado a las 08:00 de la mañana.

“Reaccionó muy bien, ni cosquillas le ha hecho hasta ahorita, el doctor nos dio el alta y regresamos en 2 semanas, el día 15 de octubre”, explicó.

Desde la tercera quimioterapia, gracias a tomografías realizadas por especialistas, se logró percatar que disminuyó considerablemente el tumor, pues de 15 centímetros que medía —lo cual ocasionó parálisis facial en la pequeñita— ahora solo mide un centímetro.

“Sigue la quinta quimioterapia, luego la sexta y de ahí vienen nuevos estudios, pero ella está muy bien, tremenda, siempre con actitud”, dice gustosa su madre.

“Dice el doctor que es única, ‘he atendido muchos casos y esta niña me sorprende’, hasta me hace sentir bonito”, dijo su madre, quien tiene la esperanza de que al término de la novena quimioterapia se pueda encapsular el tumor y extirparlo del cuerpo de Joana.

El panorama de este padecimiento, Tumor de Burkitt, el cual es el único caso activo en Coahuila y en gran parte de México, es muy alentador, a opinión de los médicos, pues hace apenas cuatro meses se confirmó y se comenzó con la lucha; al momento hay grandes avances.

El caso:

Hasta el pasado mes de abril, Joana disfrutaba de su vida llena de salud, corriendo por las calles de la colonia Morelos. Un día, mientras dormía, comenzó a roncar, era un sonido raro, fuera de lo común, que persistió por algunos días, incluso al hablar se le escuchaba “mormada”.

Comenzaron las atenciones, al principio solo recomendaban nebulizaciones, pues parecía un resfriado, pero comenzaron los sangrados el 11 de junio.

Presentó una parálisis facial, la niña tenía obstruída la nariz al 100 por ciento y el 90 por ciento su boca, en cualquier momento el tumor la dejaría sin respiración; tenía 12 horas sin probar alimento, por ello fue intervenida de inmediato y días después le dijeron que sospechaban de un tumor maligno, linfoma de Burkitt, que crece de forma acelerada y en Joana pasó de 7 a 15 centímetros.

El día 13 de junio se anunció por el oncólogo un tratamiento de 9 quimioterapias, confirmó el padecimiento maligno en la niña y el 28 de junio fue la primera.