El confinamiento obligatorio por la crisis de coronavirus puede ser muy difícil para los adultos, pero lo es aún más para los niños. Las actividades se detienen y de pronto los días llenos de cosas por hacer se vacían. Los hijos tienen tiempo para jugar, pero se aburren fácilmente, pues no pueden ver a sus amigos o ir al parque.

Los padres ya no saben cómo entretener a los más pequeños y buscan alternativas: juegos de mesa, bailes, manualidades, entre otros. Pero también hay opciones en redes sociales, como la que ofrece Mapy Román, cuentista y autora de tres libros infantiles.

Todos los días a 5 horas en México (12 en España) realiza una transmisión en vivo desde su cuenta de Instagram, @hada_mapy, donde cuenta una historia. Aunque son muy temprano, puedes verlas en cualquier momento por las siguientes 24 horas.

De lunes a sábado hay un cuento diferente, desde “Robin Hood”, “El Gigante tragón”, “El animal más fuerte del mundo”, “Alí Babá y los cuarenta ladrones”, “Pinocho”, etc. En Instagram encontrarás la lista de la semana, si te interesa alguno aparta la fecha. Los domingos ofrece un taller de risoterapia a las 13 horas (20 en España), pueden participar niños a partir de los 4 años y público en general. 

Mapy Román estudió Educación Infantil, Interpretación y Doblaje. Tiene experiencia como cuentacuentos, en teatro para bebés y de sombras. Se capacitó en Kamishibai, una método tradicional japonés para contar historias. Además, ofrece talleres para niños inquietos y de identificación y control de emociones.

Sus tres libros son “Andrea y yo: Diario de Jedi”, “Cuando la lavadora se tragó a mi padre” y “Perroentrevista”. Éste último narra la experiencia de una reportera que habla con los perros que ya se fueron al cielo. Sus textos también forman parte de las opciones de lectura.

¿Por qué leer cuentos a los niños?

La maestra Geerthi Ahilan opina que los libros y las historias son indispensables para que los niños entiendan el mundo a su alrededor y se conozcan mejor a sí mismos. Además, investigadores creen que también podrían desarrollar la capacidad de empatía, debido a los fenómenos de transportación e identificación que se dan durante la lectura.

Zoe Walkington, psicóloga de la Universidad Abierta del Reino Unido, explica que la transportación ocurre cuando el lector se sumerge en el libro, mientras la identificación es ponerse en los zapatos del personaje. “Uno siente casi como si las cosas que le pasan a él o ella nos estuvieran pasando a nosotros”.

Además, los cuentos son capaces de cambiar opiniones sobre ciertos temas, como demostró un estudio liderado por el psicólogo Loris Vezzali: los niños que leyeron “Harry Potter” tenían menos prejuicios hacia los inmigrantes.