Disculpe usted, pero no hay placas ni tornillos para operarlo

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Disculpe usted, pero no hay placas ni tornillos para operarlo

Es sabido el problema de desabasto de medicamentos en el País, principalmente medicamentos oncológicos pediátricos, al grado que muchos padres han interpuesto amparos para obligar a los hospitales públicos y autoridades de salud a brindarles el medicamento.

Es sabido el problema de desabasto de medicamentos retrovirales en el País para pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana-Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH-SIDA), y hasta la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya se pronunció por un caso en Querétaro y ordenó suministrar el tratamiento sin interrupciones.

En ese caso, la SCJN concluyó que esas omisiones transgreden el derecho humano a la salud, en relación con la vida e integridad personal.

También son conocidos los casos de personal de salud que se han amparado para que los doten de equipo necesario para enfrentar al COVID-19.

Pues también, al menos en la Clínica 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hay desabasto de materiales para realizar operaciones traumatológicas.

Esta semana conocí el caso de Emmanuel Muñoz, un trabajador de 33 años que sufrió un accidente al regresar a casa después de su jornada laboral en Torreón. Emmanuel sufrió una fractura y necesita de una operación. Sin embargo, a más de 40 días del accidente, no han podido operarlo porque no hay placas ni tornillos.

Emmanuel está internado en la clínica desde el 8 de diciembre de 2020 y a su familia le dan largas, les dicen que no llega el material de Saltillo, que no hay proveedores, que el 16 de enero llegaba. Nada.

Y Emmanuel no se puede ir a su casa y esperar una llamada cuando llegue el material, porque si lo hace, corre el riesgo de que otra persona que también necesite el material, esté hospitalizada y se lo gane.

Pero no es el único caso, tanto la familia de Emmanuel como fuentes del hospital me aseguraron que es un problema grave: todo el 2020 los médicos especialistas han batallado para realizar operaciones de tipo traumatológico por falta de material y a la fecha hay más casos de pacientes que esperan por los insumos para que lo operen. Unos, al igual que Emmanuel, desde antes de navidad.

Quizá no pasará mucho para que en el País también comiencen a surgir historias de amparos de pacientes que requieren materiales para alguna operación. La vía legal se ha convertido en un camino para tratar de obligar a los hospitales a comprar medicamentos, pues según el debate legal, no pueden argumentar que no tienen recursos, pues se trata de vidas, del derecho elemental a la salud.

Ciertamente el problema no es sólo del Seguro Social. Sabemos que también hay casos en el ISSSTE, el Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi) o inclusive en las secretarías de salud de los estados, pues los casos van desde lo más graves, como la falta de medicamentos para el tratamiento de cáncer, hasta la falta de algún antibiótico.

AL TIRO

Frente a la escasez de medicamentos y materiales, uno supondría no tener altas expectativas en el suministro de la vacuna para el COVID-19, pues cómo imaginar que se tendrá rápidamente la vacuna, cuando no logran contar con tornillos y placas para una operación. Y al paso que se va en la adquisición, pues nada parece más cierto.

Sabemos que el tema de la pandemia desnudó las carencias en el sistema de salud, aunque éstas arrastraran años y años. Sabemos también que el desabasto en los hospitales es constante.

Sin embargo, por más retórica que traten de argüir los gobiernos, la realidad es que muchos mexicanos sufren la desgracia de tener un sistema de salud frágil y corrupto. Nos prometieron acabar con ella, pero todo sigue igual.

Puede la población seguir enviando amparos como cascada, y ante el derecho humano de la salud, todos se ganarán. Pero lo que quisiéramos ver es un cambio en el sistema de salud para que los niños con cáncer no mueran por falta de medicamentos, para que las personas con VIH-SIDA tengan su tratamiento o para que personas, como Emmanuel, simplemente sean operadas, se recuperen y regresen a trabajar.